LAS NUEVAS GENERACIONES DEJARÁN DE VER LAS ESTRELLAS
Un trabajo publicado en 2016 estimó que el 83 % de la población mundial tiene sus cielos contaminados. Si a eso le sumamos que las noches terrestres son cada vez más brillantes, el futuro de la contemplación de las estrellas está en peligro.
Una investigación publicada en la revista Science ha revelado que el brillo nocturno artificial de la Tierra estaría aumentando un 9,6 % cada año desde hace al menos una década. Más de 50 000 científicos y ciudadanos han recogido datos durante más de una década, elaborando un diario de las estrellas que veían o las que desaparecían en una suerte de estudio científico colaborativo y ciudadano, el proyecto Globe at Night, impulsado por la Fundación de Ciencias (NSF), una agencia gubernamental de Estados Unidos. El estudio obtuvo datos de más de 19 000 localidades de todo el mundo en Europa y Norteamérica. Así, el brillo del cielo nocturno provocado por la luz artificial ha crecido entre un 7 y un 10 % al año. Si seguimos así, a finales de siglo solo serán visibles las estrellas Sirio, Canopo, Arturo, Vega y el Trío Alfa Centauri ABC. Mirar las estrellas se hará cada vez más difícil: alguien que nace ahora ve desde su ventana 200 estrellas, pero cuando cumpla los 18 apenas verá 100.
La contaminación lumínica, skyglow, nos impide ver el cielo y tiene un impacto ambiental evidente. Esta contaminación «afecta tanto a los animales diurnos como a los nocturnos y, además, destruye una parte importante de nuestro patrimonio cultural, a la vez que tiene efectos negativos para la observación de las estrellas y la astronomía», advirtió Constance Walker, coautora del estudio y jefa del proyecto Globe at Night.