¿Crece o decrece el hielo antártico?
Debido en parte al calentamiento global, se están produciendo hechos aparentemente paradójicos en la Antártida. «La Antártida está recibiendo más masa en forma de nieve de lo que recibía antes», dice Navarro. Por una mayor evaporación del agua en las zonas tropicales, la precipitación ha aumentado, y eso se traduce en más nieve en los sectores centrales del continente, «que por compresión se va convirtiendo en hielo», agrega. Es el fuel o magma que alimenta y mueve a los poderosos glaciales. Pero hablamos de una territorio gigante, casi como Norteamérica, o Europa y parte de Rusia, y estas precipitaciones son desiguales. «Por este aumento de precipitación hay incluso algunos glaciares que están creciendo», dice Escutia. Los cálculos por satélite de la masa de hielo del continente no son tan optimistas. «La zona costera pierde más que lo que perdía hace años, y de forma neta la Antártida está perdiendo en conjunto más que lo que se gana», confirma Navarro. El equilibrio entre lo que se aporta y se lanza es negativo, especialmente por culpa de esa región occidental. Aunque algunos de estos cambios tienen que ver con procesos naturales, «se ve que hay una tendencia asociada al calentamiento climático», dice Montoya. Los humanos formamos ya parte del Sistema Tierra e influimos con nuestros actos a los equilibrios planetarios. Estamos extendiendo el anterior ciclo cálido, el Holoceno, de manera artificial, sin saber bien a dónde nos lleva.
El equilibrio entre lo que se gana y se pierde de masa en el continente antártico da un balance negativo