EL PERFUME DE CLEOPATRA (EL CHANEL Nº 5 DEL ANTIGUO EGIPTO)
Robert Littman y Jay Silverstein, arqueólogos de la Universidad de Hawái, en Manoa, han recreado el que podría haber sido el perfume de Cleopatra VII, reina de la dinastía ptolemaica y la última gobernante de Egipto (entre el 51 y el 30 a. C.) antes de la conquista romana. Son muchos los arqueólogos que han soñado con poner en marcha expediciones para encontrar su tumba o cualquier objeto que le perteneciera. Eso no ha sido posible, pero sí se han podido recrear los perfumes más comunes del mundo antiguo, incluido el que se cree que usó ella.
Una excavación de más de una década cerca de El Cairo, en un sitio llamado Tell-El Timai (que en la antigüedad se conocía como «la ciudad de Thmuis»), descubrió los ingredientes a través de las muestras y restos que aún quedaban en las vasijas: las botellas no olían, pero el análisis químico del lodo hallado dentro de un ánfora —un elegante frasco griego antiguo, o romano, con dos asas y cuello estrecho encontrado en la zona— reveló algunos de los ingredientes. Los investigadores llevaron sus hallazgos a dos expertos en perfume egipcio, Dora Goldsmith y Sean Coughlin, quienes con estos datos, y siguiendo las fórmulas encontradas en los textos griegos antiguos del perfume mendesiano (originario de la ciudad de Mendes y muy popular entre la clase alta egipcia), ayudaron a recrear los olores. Su reproducción ha dado como resultado una mezcla espesa que tiene como base la mirra (una resina extraída de un árbol espinoso nativo del Cuerno de África y la península arábiga), además de cardamomo, canela y aceite de oliva (de hecho, tiene una consistencia similar a este). El aroma es mucho más fuerte que los perfumes modernos y perdura por mucho más tiempo. Según la perfumista Mandy Aftel, no es seguro que Cleopatra usara esta fórmula, pues tenía su propia fábrica y seguramente creó fragancias exclusivas, pero sí es probable que la élite usara algo que oliera de modo similar. □