LA SEMANA SANTA DE LUCENA: SANTERÍA Y TRADICIÓN
La localidad cordobesa destaca por una de las más históricas y originales Semanas Santas de España, y esto se debe a sus “santeros”.
Lucena es una ciudad ubicada en la provincia de Córdoba, en pleno corazón de la Subbética Cordobesa y en el centro de Andalucía. Una localidad conocida por su rica historia que la hacen ser conocida como la ciudad de las tres culturas porque durante siglos convivieron judíos, musulmanes y cristianos. Sorprenderá al visitante su rico patrimonio ya que es una de las ciudades consideradas como joya del barroco cordobés y especialmente durante la Semana Santa, donde brillan con luz propia su imaginería y sus enseres que conforman un museo en la calle de los trabajos artesanos más exquisitos, salidos de las manos de sus orfebres.
La Semana Santa de Lucena es una de las más antiguas y tradicionales de España, además de una de las más peculiares de la provincia. Y esta característica se le debe a los citados santeros y su forma única, diferente al resto de España, de llevar las procesiones.
LA SANTERÍA, LA PRINCIPAL SINGULARIDAD.
Esta forma de procesionar se conoce como santería y es una singular manera y única de llevar los tronos procesionales con sus distintas y veneradas imágenes, al ritmo que impone el toque del tambor.
Los santeros procesionan con túnicas, el rostro descubierto y de manera desinteresada. Ponen toda su pasión encima de sus hombros, formando parte de la cuadrilla, compuesta por 24, 26 o 28 miembros, dependiendo de la envergadura del Paso. Todos ellos siguen órdenes de un manijero, el capataz encargado de marcar el paso en la procesión, que a su vez recibe apoyo del “porrilla”, el que se encarga de que el paso vaya en línea recta a la calle.
Posteriormente, cada procesión tiene un paso determinado por la tradición y el ritmo del tambor y el recorrido se hace a “horquilladas”, es decir que el trono descansa sobre unas horquillas, y se para o comienza a andar por medio del toque de la campana que el manijero lleva en su esquina. Las procesiones suelen ser por la noche, salvo el Jueves, Viernes Santo y el Domingo de Resurrección, que lo son también por la mañana.
HISTORIA Y TRADICIÓN.
La Semana Santa en Lucena ha sabido dar expresión ritual a los sentimientos de dolor y alegría, conservando todos y cada uno de los ritos, litúrgicos y civiles, así como el conjunto de tradiciones populares que son intrínsecas de la Semana Santa. Una combinación extraordinaria del sentimiento espiritual y la religiosidad propia en torno a la Pasión y Muerte de Jesús.
Los visitantes pueden disfrutar de diferentes ritos litúrgicos celebrados en el interior de templos que forman parte de una riqueza patrimonial inigualable, de cofradías y cortejos seglares de especiales características, que acompañan a los pasos en la más íntima y sobrecogedora religiosidad, y de un patrimonio cofrade en su más amplia expresión artística que complementa a esa riqueza imaginera con sus tronos, candelerias, palios…unido a ese sentir del pueblo de Lucena que se percibe en todos y cada uno de los actos que la componen.
Como curiosidad, el sábado posterior al Domingo de Resurrección, es el día de los más pequeños. Las calles de Lucena se llenan de pasos en miniatura, llevados a hombros por cientos de niños ataviados con la túnica de santero, la "cantera" de la santería. Una tradición que así se asegura perdurar en el tiempo más allá de su originalidad y su unicidad.
Y todo este despliegue, va acompañado por supuesto, de una gastronomía propia de esta época, que va desde los cocidos, o platos elaborados con pescados, cumpliendo con ello las normas cuaresmales, hasta los dulces y postres más tradicionales. □