La capilla de doña Urraca
Además del osario más grande de España, la iglesia de Santa María de la O de Wamba alberga otra curiosidad. O, quizás, un rumor. La capilla de doña Urraca, de estilo gótico, es otro de los rincones más peculiares de la iglesia, tanto por su aspecto como por su historia. En este espacio, hasta hace relativamente poco en ruinas, habría estado la reina consorte de León en varias ocasiones. Allí hay otro árbol cuya mitología, como la del ciprés, se relaciona con el más allá: una columna con forma de palmera que los vecinos de Wamba conocen como «el árbol de la vida». Se trata de una representación habitual en la época para unir simbólicamente la tierra con el cielo. Aunque se ha extendido la creencia de que doña Urraca está enterrada en la iglesia de Santa María de la O de Wamba, Mayte Alonso cree que esto es más que dudoso. Lo que sí parece seguro es que doña Urraca pasó sus últimos años en Wamba, donde se retiró después de que su matrimonio con Fernando II de León se declarara nulo y se uniera como freira a la Orden de los Hospitalarios. «Esto estuvo lleno de escombros, literamente, sin techo, abandonado. En el año 92 hicieron una restauración que sacó a la luz esta grisalla que no conocía ni la gente del pueblo. En ese momento se le puso como nombre capilla de doña Urraca, en honor a Urraca la Portuguesa, de las primeras reinas castellanas y madre de Alfonso IX. Y está documentado que esta señora venía a la iglesia, pero lo de que luego aparece enterrada en 1212 es más dudoso», cuenta Mayte Alonso, antes de dirigirse a una sala de baptisterio que igual servía a los monjes como lugar de rezo como para ordenar caballeros. En la pila de inmersión, que data del siglo xiii, hoy todavía se celebran bautizos.