LA PASIÓN, INGREDIENTE IMPRESCINDIBLE
VAN PASANDO LOS AÑOS Y PRONTO CUMPLIREMOS UNA DÉCADA desde que los dioses de la movilidad decidieron que arderían en el infierno aquellos que dudasen de que la electrificación sería el lenguaje común de cualquier ser viviente que deseara moverse ajeno a las extremidades con que la naturaleza le dotó.
Mucho ha llovido desde los comienzos de esta revolución y muchos matices se han tenido que añadir. Los grandes grupos automovilísticos mundiales, para poder hacer realidad esta nueva movilidad basada principalmente en la electrificación, han tenido que dar un giro de timón brusco y en principio irreversible. Digo en principio porque este año, y sin sincronización anunciada previa, las marcas que definen el ritmo al que se debe bailar en la pista están presentando o anunciando el restyling de modelos de coches de combustión que los sabios de la opinión daban por muertos hace pocos meses.
Pero no piensen que todo esta sumido en el descontrol absoluto, simplemente ocurre que la realidad cruda y dura está dando en la cara a políticos temporeros llenos de ilusiones perfectas para todos, excepto para los que tienen la obligación de convertirlas en realidad. El camino hacia la nueva movilidad sigue su rumbo, pero a un ritmo y en una dirección verdaderos, eso sí.
Y para ayudarnos en este fructuoso viaje las marcas líderes, como decía, comienzan a anunciarnos e, incluso, a presentarnos nuevos coches que nos recordarán modelos que definieron la movilidad urbana del último cuarto de siglo. Vehículos que nos envían mensajes continuos de que, aunque todo está cambiando, todo vuelve. Modelos que podremos conducir este mismo año, como el mítico Renault 5 en versión siglo xxi, y que nos demostrarán que realmente nada ha cambiado.