MAKO YA NO ES PRINCESA
Ha perdido su título por enamorarse de un plebeyo.
A Mako, la nieta del emperador de Japón y hermana del tercero en la línea sucesoria, esto no le suena ya a cuento de hadas, porque ha crecido sabiéndose el final. “Desde mi infancia sabía que perdería mi estatus real una vez me casara”, ha dicho, y es que las mujeres (y solo ellas) pierden sus privilegios si no se casan con el emperador o algún miembro de la casa imperial. Por tanto, tampoco es que le importe mucho convertirse en plebeya después del próximo verano, sobre todo porque está feliz y enamorada de Kei Komuro, un compañero de universidad que la encandiló con una sonrisa “tan brillante, que parecía el sol”. Además, recibirá un subsidio, cuya cantidad pactará el consejo de ministros.