Bebe agua
Un músculo convenientemente hidratado está menos expuesto a los calambres. Hay que beber al menos 1,5 litros de agua al día (mejor si es rica en magnesio). También se recomienda la tónica, porque contiene quinina. En caso de que vayas a hacer ejercicio durante largo rato, bebe pequeños sorbos cada 20 minutos aproximadamente.