FORMENTERA 6 PLANES PARA EL VERANO
A esta isla pequeña y frágil de nuestro Mediterráneo solo se puede llegar por mar. Disfruta en este paraíso, pero no te olvides de cuidarlo porque es especial.
La menor de las islas Pitiusas es también la menos accesible; solo se puede llegar a ella por vía marítima ya que no tiene aeropuerto. El viaje es más largo, pero al arribar hallarás un paraíso de tranquilidad y una naturaleza rica y protegida gracias, en parte a ese aislamiento. Te damos algunas ideas para que saques el mayor partido posible a tu estancia.
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Bañarse en la playa de Ses Illetes. Rodeada de naturaleza, esta playa del noroeste de Formentera es una de las más visitadas de la isla. Es perfecta para nadar y tomar el sol. Por su belleza y buena conservación ha sido elegida como la segunda playa mejor de España en los Travellers’ Choice de Tripadvisor. Pero no es la única que destaca en la isla. Además están las de Cavall d’en Borràs, Llevant, Saona, Es Pujols o calas tan espectaculares como la Des Mort. La calidad de estos arenales, con aguas, de un transparente color turquesa se debe a la presencia de la Posidonia Oceánica, una planta marina (Patrimonio de la Humanidad por la Unesco) considerada el mayor y más antiguo ser vivo del mundo.
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Explorar el fondo marino. Precisamente, gracias a la posidonia, la pequeña de las Baleares mantiene unas aguas limpias y de excelente visibilidad, inmejorables para el submarinismo. Hay tres escuelas en la isla (Vell Marí, Orcasub y Blue adventure) en las que realizar desde un curso básico a uno especializado, excursiones de snorkeling e inmersiones. Un curso de iniciación o bautismo puede costar alrededor de 85 €.
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Tomar un bullit de peix. Probar la gastronomía de la isla es otra excusa más para visitarla. En Formentera hay una muy buena cocina tradicional marcada por su naturaleza marítima, que se demuestra en platos típicos como la ensalada payesa, el frito de pulpo o el bullit
de peix (guisado de pescado con patatas) o en dulces o postres más característicos como el flaó (pastel de queso fresco con hierbabuena), les orelletes (dulce anisado) y la greixonera (pudin de ensaimada).
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Recorrer las rutas verdes. La isla cuenta con 32 trayectos señalizados. En total son más de 100 km de caminos entrelazados a disposición de aquellos a los que les gusta caminar, montar en bici o practicar running. Para empezar, te recomendamos el camino de Es Brolls, que bordea la gran laguna de agua salada conocida como Estany Pudent, un lugar único donde observar flamencos, garzas reales y ánades.
5 Acercarse al Cap de Barbaria.
Aunque pequeña, en Formentera también se puede hacer turismo histórico cultural, para ello se puede visitar cualquiera de sus tres poblaciones, Sant Francesc Xavier, Sant Ferran de ses Roques y Pilar de la Mola. Para disfrutarlas en todo su esplendor merece la pena hacer coincidir la visita con las fiestas del Carmen (16 de julio). También es interesante descubrir en el paisaje las torres de defensa y los faros que hay diseminados por la isla. El del Cap de Barbaria es, quizá, el más famoso por ser inmortalizado por Julio Medem en la película
Lucía y el sexo. Es, además punto de reunión para contemplar la puesta de sol. 6
Ir de mercadillos. Formentera es famosa por sus mercadillos. El de La Mola, de ambiente hippie y ubicado en el punto más oriental de la isla, es un referente en artesanía (abre miércoles y domingos entre las 16 y las 22 h). Por su parte, el mercado artesano y artístico de Sant Ferrán ofrece auténticas piezas de arte (abre de lunes a sábado de 19 a 24 h, de mayo a septiembre).