Viajamos a Azkoitia (Guipúzcoa) para visitar la innovadora fábrica de Bernardo Ecenarro.
Bernardo Ecenarro cuenta desde el año 2014 con una de las fábricas de pinturas más modernas y equipadas de todo el continente. Ahora, la empresa nos ha abierto las puertas de su cuartel general para mostrarnos los detalles que convierten a esta instalació
Mucho ha cambiado Bernardo Ecenarro desde que su fundador inaugurara su primer almacén de pintura en Elgóibar (Guipúzcoa) en 1963. Aquella pequeña compañía local, limitada a la distribución de productos en el País Vasco, es hoy en día una empresa con presencia en más de 50 países de los cinco continentes y con una facturación que en 2016 superó los 43 millones de euros. Lejos de conformarse con estos números, BESA afronta un importante proceso de expansión internacional que le permitirá seguir creciendo en sus dos principales áreas de negocio: la fabricación de productos para el sector industrial y para el repintado del automóvil. Para dar respuesta a este incremento de la producción, la compañía ha afrontado en los últimos años su proyecto más ambicioso, la construcción de sus nuevas instalaciones en Azkoitia, donde se levanta una de las fábricas de pintura más modernas de nuestro país. Inaugurada oficialmente en 2014, ha sido ahora cuando la firma vasca ha abierto sus puertas a la prensa para mostrar públicamente la joya de la corona de su proyecto empresarial, y hasta allí hemos viajado para conocer en primera persona el complejo industrial que impulsará el crecimiento de la compañía en las próximas décadas.
UN PROYECTO DE FUTURO
La construcción de la nueva fábrica es probablemente la decisión más importante que ha tomado Bernardo Ecenarro en sus más de 50 años historia, tanto por la complejidad que supone un proyecto de esta magnitud como por la inversión necesaria para ponerlo en marcha. Es por ello que los responsables de la compañía han sentado las bases en este enclave para garantizar su funcionamiento a largo plazo con terreno e instalaciones suficientes para futuras ampliaciones. El proyecto comenzó a fraguarse en el año 2009, cuando tuvo lugar la compra de los terrenos. Las obras comenzaron en 2012 y, en 2014, la empresa materializó su traslado desde las antiguas instalaciones de Elgóibar hasta la actual planta de Azkoitia,
donde se concentra toda la fabricación de pinturas y otros productos para aplicaciones industriales y el repintado del automóvil. El nuevo cuartel general de la compañía se levanta sobre una superficie de 110.000 metros cuadrados, de los que 40.000 m2 están construidos. Queda terreno más que suficiente, por tanto, para afrontar futuras ampliaciones con las que dar respuesta al previsible crecimiento de la empresa durante las próximas décadas. Antes de dar este paso, BESA ya ha previsto una solución mucho más eficiente para dar una respuesta a su plan de expansión a corto y medio plazo, ya que sus almacenes y su zona de producción han sido dimensionados para afrontar con garantías el actual ritmo de crecimiento sin necesidad de acometer nuevas obras. De hecho, sus 9.400 metros cuadrados de almacén (7.200 m2 de producto terminado y 2.200 m2 de materias pri- mas) apenas operan al 50% de su capacidad, llegando al 60% durante los mayores picos de actividad.
PROCESOS AUTOMATIZADOS
Si algo llama la atención de esta nueva fábrica es que todos los procesos están totalmente automatizados para mejorar la eficiencia, minimizar los errores y, por tanto, incrementar el nivel de servicio al cliente. Una buena muestra de esta apuesta por la tecnología la encontramos en su área de producción, de 17.000 metros cuadrados, donde todo el proceso de fabricación está controlado y automati- zado para garantizar la máxima calidad del producto y optimizar recursos. Según la propia compañía, la automatización de las líneas de producción ha permitido minimizar los errores hasta el 99,9%, incrementar la producción y conseguir una calidad óptima de producto. Buena parte de la responsabilidad en este último apartado recae en el sistema tintométrico universal Urki-System, creado por la propia compañía, que permite dar una respuesta eficaz a cualquier demanda del mercado con una consistencia en el color sobresaliente gracias a la dosificación automática. En esta zona se fabrican, dentro de la línea de repintado del automóvil, tanto pinturas como masillas, aparejos o barnices, entre otros productos relacionados con este sector. Como dato, BESA fabrica en estas instalaciones un millón de litros de barniz al año, es decir, la cantidad necesaria para realizar más de 1,4 millones de reparacio-
EL NUEVO ALMACÉN AUTOMATIZADO PERMITE REALIZAR LAS ENTREGAS EN UN PLAZO DE 24 HORAS
nes, equivalente a casi un tercio de todas las que se llevan a cabo en España en un año (4,6 millones). En el área de producción también se ha automatizado el proceso de envasado y paletizado, así como su transporte hasta el almacén logístico, trabajo que realiza un AGV, es decir, un vehículo de guiado automático, encargado de optimizar el flujo de mercancías entre ambas áreas. La apuesta de BESA por la automatización no se limita a la zona de producción, ya que el propio almacén, de 7.200 metros cuadrados, ha sido equipado con la última tecnología para optimizar todo el proceso de almacenamiento, distribución y preparación de pedidos. Mediante un software informático, el operario únicamente tiene que seleccionar los productos solicitados por un cliente y dar la orden al sistema de robots, transelevadores y carretillas disponible en el centro logístico, que se encarga de recopilar los diferentes productos, paletizarlos y preparar el paquete para su envío. Gracias a ello, la compañía ha sido capaz de reducir de manera drástica los tiempos de distribución y mejorar la rapidez y la agilidad. Tanto es así que en 2014 el plazo de entrega era de tres días y en la actualidad es de apenas 24 horas. “Somos como
Amazon”, bromeaba Ernesto Ecenarro, CEO de la compañía, durante la jornada de puertas abiertas con la prensa. “Un pedido recibido a las 10 de la mañana se envía al mismo día y el cliente lo recibe al día siguiente; más rápido imposible”. La automatización del centro de almacenaje y distribución es una preocupación de la empresa guipuzcoana desde hace dos décadas. No en vano, Bernardo Ecenarro puso en marcha en 1998 el primer almacén inteligente en una fábrica de pinturas en España, una decisión que hoy en día ha sido potenciada por los actuales responsables con un almacén que es todo un referente en el sector por su eficiencia, rapidez y servicio. Este centro logístico garantiza el suministro a todos los clientes de BESA a nivel global a pesar de que opera a poco más del 50% de su capacidad, lo que demuestra el potencial de este centro para absorber con comodidad el crecimiento que la compañía espera para los próximos años. Un crecimiento que estará respaldado, en automoción, tanto por la marca BESA como por la nueva marca premium Sinnek, presentada en Motortec Automechanika Madrid en marzo de este mismo año.
APUESTA POR EL I+D+i
Bernardo Ecenarro ha sabido ganarse un puesto en el mercado del repintado del automóvil gracias a la calidad de sus productos, que pueden competir con garantías en un sector dominado por cuatro grandes multinacionales. Buena parte del éxito de la compañía reside en su apuesta por la investigación, el desarrollo y la innovación como motor de crecimiento, lo que le ha permitido formular productos de un alto rendimiento a un precio muy competitivo. Según el propio Ernesto Ecenarro, BESA ofrece a los talleres productos de una alta calidad a un precio que está entre un 30 y un 40% por debajo de la media. Esto permite a los profesionales realizar reparaciones muy competitivas y con las máximas garantías de satisfacción. “Nosotros vendemos producto; ellos venden marca”, apostilla. Esta búsqueda de la calidad hace que el departamento de I+D+i tenga una especial relevancia dentro de la compañía, y por este motivo las nuevas instalaciones de Azkoitia cuentan con un laboratorio de 1.000 metros cuadrados con lo último en tecnología para el desarrollo y el control de los productos. Aquí trabajan 17 técnicos especializados, que se encargan de formular nuevos colores, mejorar el rendimiento de las referencias existentes y poner a prueba su durabilidad. Este equipo opera con una premisa clara: satisfacer las necesidades del cliente, cumplir la legislación vigente y anticiparse a los cambios que se producen en la industria quí-
LA FÁBRICA CUENTA CON UN LABORATORIO DE I+D+i CON 1.000 M2 DE SUPERFICIE Y EMPLEA A 17 TÉCNICOS
mica en los distintos campos. En estas instalaciones encontramos también 500 metros cuadrados destinados a la formación, donde se realizan alrededor de 40 acciones formativas al año, así como 2.000 metros cuadrados de oficinas.
40% DE CRECIMIENTO DESDE 2012
Las cifras de los últimos años ponen de manifiesto que el plan de crecimiento proyectado por la directiva avanza por buen camino a pesar de las dificultades económicas que ha atravesado la industria en general y el sector de la carrocería en particular. En este sentido, la crisis ha servido para impulsar las ventas de la marca en España, donde ha conseguido seducir a un cliente mucho más preocupado por el precio, aunque para entender el enorme crecimiento experimentado por la compañía en el último lustro tenemos que hacer mención a la buena acogida de sus productos fuera de nuestras fronteras. En la actualidad, BESA está presente, a través de más de 300 distribuidores, en 53 países de los cinco continentes. Sus principales mercados internacionales son Francia, Canadá, Estados Unidos, Polonia, Hungría, Alemania, Dinamarca, Reino Unido, Irlanda, Costa Rica y Argelia, países que ya concentran el 50% de las ventas de la firma (en 2012 los mercados extranjeros representaban el 40% de las ventas, frente al 60% del mercado español). Esta apuesta por el mercado exterior, ha conseguido, por tanto, equilibrar la balanza en apenas un lustro. En este mismo periodo 2012-2016, BESA ha pasado de facturar 31 millones de euros a 43,5 millones, lo que supone un incremento del 40%. En estos resultados ha jugado un papel muy importante la línea de repintado del automóvil, que ha pasado de representar el 36% del negocio de la empresa en 2012 al 45% en 2016. Las dos últimas propuestas de Bernardo Ecenarro para continuar con esta línea de crecimiento es su nueva familia Glass & Plastic, dentro de la gama de pinturas para aplicaciones industriales, y la marca Sinnek, que tratará de posicionarse como una línea de calidad premium para el repintado eficiente del automóvil.