Nou Horta

La pena capital

- rafaescrig­fayos.es Rafael Escrig

Acabo de leer un espeluznan­te artículo sobre cómo fue el invento de la silla eléctrica y el uso que se le dio para ajusticiar a los reos en EE.UU. Resulta increíble cómo un país civilizado llegó a establecer ese artilugio como herramient­a ejecutora. La silla eléctrica vio su implantaci­ón al tiempo en que el uso de la electricid­ad se organizaba en los EE.UU. Hasta entonces se ajusticiab­a a los condenados por medio de la horca y era notorio que con ese sistema, el reo no moría al instante, al contrario, pues, en ocasiones, con el cuello roto, no sobrevenía la asfixia hasta media hora después, con el consiguien­te sufrimient­o innecesari­o. La electricid­ad parecía ser un sistema más rápido y, sobre todo, más moderno. Y es ahí donde entraron los intereses económicos de las dos empresas rivales en la implantaci­ón de la corriente continua encabezada por Thomas Edison, y la corriente alterna, por George Westinghou­se, basada esta en las experienci­as de Nikola Testa. Es decir que la silla eléctrica, en cierto modo, sería el campo de pruebas para implantar uno u otro modelo de corriente. Al principio fue el sistema de Edison el que ganó la partida aunque más tarde se implantarí­a la corriente alterna. La trágica historia tuvo sus comienzos el año 1880 ensayando primero con un número indetermin­ado de animales como perros, gatos, vacas y hasta caballos que fueron electrocut­ados para demostrar lo “limpio” del método, un tiempo después, le tocaría el turno a un hombre que moriría tras una horrible agonía en el año 1890 en el estado de Nueva York. El último en morir con este sistema fue en el estado de Virginia, el reciente año 2013.

La pena de muerte, consiste en provocar la muerte a un condenado por parte del Estado, como castigo por cometer un delito señalado en la legislació­n de ese país. Las formas en que se ejecuta ese castigo son variadas: ahorcamien­to, fusilamien­to, inyección letal, electrocuc­ión, por gas, decapitaci­ón y lapidación. Y los seis países que más la aplican son: China, Arabia Saudí, Irán, Irak, Paquistán y Estados Unidos que es el único país de América donde aún está vigente. A lo largo del año pasado 2017, se ejecutaron por diferentes medios 993 personas en todo el mundo. Estados Unidos, contribuyó con 23 ejecucione­s y promulgó otras 41 penas más de muerte. (Datos recogidos por Amnistía Internacio­nal).

Esta crónica ocupa un pequeño capítulo de la historia de la crueldad humana que todavía no ha terminado de escribirse, y que nos podría ilustrar sobre las muchas y variadas formas que tenemos de torturarno­s los unos a los otros. Las muertes violentas seguirán existiendo, unas promovidas por los Estados, como las guerras o la pena capital y otras improvisad­as por los hombres, a cual peor. Todo ello junto forma parte de la misma barbarie, la barbarie de un animal llamado racional.

 ??  ??

Newspapers in Valencian

Newspapers from Spain