LA GENERACIÓN DEL ACEITE INDUSTRIAL USADO EN ESPAÑA, EN DETALLE
Gabriel López, de Total España, recalca que “el mercado se muestra cada vez más receptivo a lubricantes de alta tecnología, más adaptados a los motores actuales”. Del mismo modo, desde Olipes, Fernando Díaz indica que sus productos estrella en aftermarket “son sin duda los lubricantes de motor 100% sintéticos con tecnología Mid/low SAPS”. No menos espectacular est siendo el crecimiento que la compañía madrileña percibe “en la venta de aceites 100% sinteticos para transmisiones”. Asimismo, Francisco Esteban, de Shell, pone el foco en la buena acogida que están recibiendo los lubricantes Shell Helix Ultra con tecnología Pureplus, el priapostado mer lubricante fabricado con aceite base sintético producido a partir de gas natural en lugar de petróleo. Por su parte, Pedro Corrales destaca que el producto estrella de su compañía en el mercado es el Mobil 1, el lubricante sintético “con más aprobaciones del mundo”.
COMPETENCIA DESLEAL
Aunque los expertos que han participado en este informe no se ponen de acuerdo en la manera que las importaciones paralelas pueden afectar al sector de los lubricantes, todos se han mostrado muy concienciados con la problemática derivada de la comercialización de aceites que no cumplen
Tras nueve años de existencia, SIGAUS, la entidad encargada de la recogida y tratamiento del aceite usado procedente de vehículos y maquinaria, ha llevado a cabo su mayor proyecto informativo con la publicación simultánea de su Memoria de Sostenibilidad 2015, de un informe estadístico y cartográfico sobre la generación y gestión del aceite industrial usado en España, así como de una plataforma online (www.observatoriodelaceiteusado.sigaus.es) donde consultar esta información con datos agregados por provincia y comunidad.
En su informe “El aceite industrial usado en España 2015”, SIGAUS ha dado a conocer a sus grupos de interés un detallado análisis de cómo se genera este residuo en España. Apoyándose en una treintena de mapas y gráficos, este documento refleja cómo debido a factores sociodemográficos y económicos el aceite con las especificaciones y el nivel de calidad que anuncian en el etiquetado. El propio Pedro Corrales reconoce que “éste es, sin duda, un problema para el desarrollo del sector”. No sólo por el fraude del etiquetado, que falsea las verdaderas prestaciones del producto, sino también “por el potencial fraude de fabricantes sin certificaciones de calidad, o directamente de fuentes no contrastadas”. En este sentido, Corrales señala que Aselube “ofrece un nivel de garantía y calidad entre sus asociados que actúa de garantía para el profesional y el consumidor”.
Muy sensible se ha mostrado Fernando Díaz, cuya compañía, Olipes, ha industrial usado se genera de una manera muy fragmentada y dispersa en nuestro país, generándose la mitad del aceite usado en tan sólo 100 municipios, mientras que una cuarta parte del mismo se distribuye entre más de 4.400 municipios.
Estos factores conllevan una compleja gestión logística para recoger el aceite usado, siendo por ejemplo necesario recorrer distancias superiores a los 100 km para recoger el 28% del residuo, y efectuándose además operaciones de recogida en zonas rurales junto a espacios protegidos para recuperar en estos entornos tanto aceite usado como en toda la Comunidad de Madrid.
Así, a través de su red de gestión, el SIG cubre la demanda de recogida del aceite industrial usado allí donde se produce, dando servicio al 97,9% de la población y al 99,6% de la actividad económica, donde los talleres suponen el principal sector de generación de aceites industriales usados con cerca de 42.500 puntos productores de residuo, que suponen un 61% del total de los mismos. A pesar de ser los puntos generadores más frecuentes, los talleres presentan también uno de los más bajos promedios de generación de residuo, con 1.633 kg por taller al año, equivalente al aceite usado que genera el mantenimiento de 3,7 vehículos al día. Esta distribución conlleva muchos desplazamientos para recoger pequeñas cantidades de aceite usado, lo que supone unos elevados costes de gestión que harían que la recogida de este residuo no fuera posible sin la financiación de SIGAUS. por liderar la lucha contra este problema como “portavoces del sector”. Para Díaz, “asociaciones como Aselube o Afilub, con las que hemos entablado conversaciones en numerosas ocasiones, deberían tomar la iniciativa, denunciando a las empresas que están detrás de este fraude y publicando la información”. Una labor que, según el directivo de Olipes, ya realizan entidades extranjeras como la británica UKLAVLS o la norteamericana PQIA. Aunque cuando hablamos de fraude relacionado con la calidad automáticamente pensamos en productos de procedencia asiática, Díaz explica que “los productos con etiquetados fraudulentos más vendidos en el mercado ibérico no vienen de fuera, sino que salen de nuestro propio país”. Además, “los envasadores que los ponen en el mercado o en manos de la distribución son siempre los mismos”, concluye.
El sector estima que este fraude afecta anualmente a más de 800.000 vehículos particulares, causando averías que pueden llegar a alcanzar los 600 millones de euros anuales con cargo a los bolsillos de los usuarios.
CRECE EL CANAL INDEPENDIENTE
La buena noticia para la distribución independiente es que los talleres multimarca cada vez tienen más peso en la cuota de mercado. Si en 2012 estos talleres apenas comercializaban el 26,4% de los lubricantes para automoción, en 2015 esta cifra se ha situado en el 35,2%, lo que supone un importante crecimiento de casi nueve puntos en apenas tres años. Por el contrario, los servicios oficiales han cedido en este mismo periodo algo más de siete puntos, pasando del 53,7% de cuota en 2012 al 46,5% en 2015. Los autocentros, con el 6% del mercado, recuperan algo de terreno después de dos años negativos, mientras que las estaciones de servicio continúan perdiendo fuelle. Este canal ha pasado del 8,1% de cuota en 2012 al 7,1% en 2015.