ESTIMACIÓN DE LAS VENTAS DE LUBRICANTES EN ESPAÑA
que supone un importante repunte del 7,7% en comparación con los números de 2015. Por el contrario, los aceites para vehículos de transporte crecieron apenas el 1% hasta las 44.600 toneladas. Según los expertos del sector, esta evolución tan tímida no es consecuencia de una paralización de la actividad económica, sino de la propia evolución del mercado hacia productos de una mayor durabilidad. En este sentido, Francisco Esteban, director comercial de Lubricantes de Shell España, apunta que se “sigue mostrando un crecimiento moderado”. Para Esteban, los porcentajes no son mayores debido al “alargamiento de los periodos de cambio, que atenúa las buenas cifras del sector”. Por su parte, Fernando Díaz Pernas, CO-CEO de Olipes, añade que “aunque las ventas de vehículos nuevos en el sector del transporte experimentan cifras récord, con crecimientos en agosto de este año del 13%, debemos tener en cuenta que partimos de un sector duramente castigado por la crisis con caídas de hasta un 80% en su actividad”. Asimismo, subraya que “las nuevas matriculaciones implican nuevos motores Euro 6, lubricados con aceites sintéticos Mid SAPS e intervalos de cambio de aceite cada vez más prolongados, lo que significa que cada vez se consumirán menos litros de aceite de motor por cada kilómetro recorrido”.
2017 EN CRECIMIENTO
La evolución positiva del último trimestre de 2016 y los datos de los primeros meses de 2017 hacen prever que a finales de año volveremos a hablar de crecimientos en este sector. Eso sí, todo parece indicar que no viviremos una revolución en lo que a volúmenes se refiere, sino que se mantendrá el ritmo constante y estable de los últimos ejercicios. Francisco Esteban confirma que en 2017 “se muestra una mejoría del mercado en general”, como también lo hizo “el año pasado”. En el caso de Shell, esta compañía está “reportando crecimientos por encima del 5%”, por lo que espera una evolución del mercado muy similar a estas cifras. Fernando Díaz también prevé “un cierre de ejercicio en la línea de años anteriores, manteniendo el mismo ritmo de crecimiento interanual”. Para llegar a esta conclusión, el CO-CEO de Olipes echa mano de los datos adelantados por Aselube, así como de variables como el Índice de Producción Industrial (IPI), que presenta una variación anual corregida del 1,9% hasta julio, y la evolución del sector del automóvil, “cuyas ventas hasta agosto han aumentado en un 8,6% respecto al mismo período de 2016”. La propia Memoria de Actividades de Aselube recoge que “las perspectivas para 2017 parecen confirmar la senda de la recuperación”, aunque advierte de que “seguimos percibiendo los cambios de manera muy paulatina”.
EL TALLER INDEPENDIENTE, IMPARABLE
En un mercado cada día más competitivo, el taller independiente continúa ganando cuota de mercado en detrimento de las estaciones de servicio, los autocentros, las grandes superficies y, sobre todo, los talleres de concesionarios. El ritmo es imparable. Según los datos que maneja Aselube, los talleres multimarca aglutinaron en 2016 el 38,7% de las ventas de lubricantes para automoción, una cifra excepcional si tenemos en cuenta que sólo tres años antes, en 2013, estos establecimientos apenas controlaban el 28,1% de las ventas. Esto supone un crecimiento de más de 10 puntos en un tiempo récord. En el otro lado de la balanza encontramos los talleres marquistas, que siguen liderando el mercado pero que ven como sus cifras no paran de caer año tras año. Si en 2013 los conce-
sionarios eran responsables del 52,7% de las ventas de aceites para automoción, en 2016 ese dato ha caído al 44,1%. Es decir, en sólo tres años la brecha se ha reducido del 24,6% de 2013 a la distancia actual, que es de apenas el 5,4%. Si se mantiene esta evolución, en uno o dos años tendremos que hablar de un mercado parejo. Esto expone bien a las claras el interés creciente de los consumidores por la posventa marquista, no sólo por el envejecimiento del parque o por los precios (todos los concesionarios ofrecen ya paquetes de mantenimiento a precio cerrado), sino también por el aumento de la percepción de calidad de estos establecimientos. Según Fernando Díaz, esta situación “favorece a los fabricantes independientes” como Olipes. Desde su punto de vista, el crecimiento de los talleres multimarca “se traduce en una mayor venta de marcas como la nuestra cuya red de distribución se asienta en la tienda de recambios y en los grupos de distribución independientes”. Además, también permite que aumente “nuestras ventas a los grupos de distribución para los que fabricamos lubricantes de automoción con su propia marca y con los mismos estándares de calidad que una primera”.
LOS MÁRGENES, EN CAÍDA
En un contexto de recuperación generalizada como el actual tenemos que seguir hablando de los márgenes como uno de los grandes problemas para fabricantes y distribuidores. Desde Shell España, Francisco Esteban alerta de que “este año la situación a este respecto ha sido más difícil que las de los años precedentes”. El motivo lo encontramos en las materias primas, que “han mostrado un
claro incremento”. Esto se suma a “la gran competencia existente en este negocio”, lo que resulta un cóctel explosivo para la rentabilidad. Desde Olipes también apuntan a la competencia como uno de los principales obstáculos para la recuperación de los márgenes. Y es que cada vez son más las compañías extranjeras que operan en el mercado europeo, bien directamente o a través de importadores y redes de distribución de recambios. Para Fernando Díaz esto se traduce “en una mayor oferta para un mercado todavía en vías de recuperación”. El resultado de una mayor competencia es siempre una minoración en los márgenes de venta. “No podemos luchar contra esto, lo que tenemos que hacer es rediseñar nuestras compañías para adaptarnos a los nuevos tiempos. Por eso las empresas productoras españolas buscamos cada día más el crecimiento fuera de nuestras fronteras y de las de la UE”, concluye. Mención especial merecen los fabricantes que comercializan a bajo coste productos con una calidad inferior a la que marca su etiquetado. Para Díaz, este fraude, que no sólo altera las reglas del juego en el sector, afecta a más de tres millones de usuarios en nuestro país y que supone un gasto extra en mantenimiento y reparación de averías derivadas de este problema que supera los 2.500 millones de euros.
AUMENTA LA CALIDAD
Al margen del aumento de los volúmenes, otra de las noticias positivas es que el mercado crece en valor gracias al continuo incremento de las ventas de aceites sintéticos y semisintéticos. La demanda de calidad en los lubricantes para turismos y en general para servicios ligeros siguen la senda de crecimiento continuado que se ha venido presentando desde antes del año 2000. Los datos aportados por Aselube señalan que sigue la tendencia de crecimiento de la cuota de consumo de lubricantes sintéticos y semisintéticos frente a los de bases minerales. A pesar de estar hablando de productos con mayor valor añadido y, por tanto, de mayor precio, se mantiene la evolución creciente en la demanda de productos de calidad, con una mayor exigencia tecnológica y una mayor carga de investigación y desarrollo. La proporción de productos sintéticos alcanzada en el segmento de servicios ligeros ha pasado en 20 años de un 2,4% en 1995 hasta un 54,7% en el pasado año. Si incluimos los llamados semisintéticos, el incremento es todavía más llamativo (de un 9,7% en 1995 hemos pasado a un 91,1% en 2016). Esta proporción es significativamente superior en el parque de vehículos menores de tres años. En el caso de los vehículos pesados, la tendencia hacia semisintéticos, sintéticos y economizadores de combustible (muy baja viscosidad) se mantiene en la tónica de crecimiento. Así para la suma de sintéticos y semisintéticos se ha pasado de un 0,3% en 1995 hasta un 28,6% del total en 2016.