DISCO DE FRENO IDISC AYUDARÁ A REDUCIR LA EMISIÓN DE PARTÍCULAS EN CIUDADES
Buderus Guss, filial de Bosch, ha desarrollado el disco de freno idisc, que comparado con un disco de freno convencional, genera hasta un 90% menos de polvo de freno, según afirman fuentes de la compañía. El idisc, basado en un revestimiento de carburo de tungsteno, está programado para que entrara en producción para un fabricante europeo en noviembre de 2017. La tecnología parte de un disco de freno convencional de hierro fundido. Para transformarlos en un idisc, los anillos de fricción se someten a un proceso mecánico, térmico y galvánico antes de recubrirlos. Todo esto es parte de un proceso desarrollado durante muchos años por investigadores de Buderus Guss y Bosch. Además de una reducción drástica en la emisión de polvo de los frenos, el idisc cuenta con otras ventajas como su recubrimiento de carburo “que garantiza una mayor seguridad de funcionamiento”. Su rendimiento de frenado es similar al de un freno cerámico, especialmente cuando empieza a desgastarse. Así, al igual que un disco cerámico, el idisc es altamente estable en este aspecto y su rendimiento apenas resulta afectado durante la desaceleración. El desgaste también se reduce significativamente. Dependiendo de la resistencia del recubrimiento de carburo, continúan desde Buderus Guss, la vida útil del idisc es, aproximadamente, el doble que la de un disco de freno normal sin que se produzcan las habituales marcas en el anillo de fricción. Asimismo, la corrosión tampoco es un problema, lo que supone una gran ventaja, especialmente en los automóviles eléctricos. Debido a que recuperan la energía de la frenada, los coches eléctricos ejercen menos presión sobre los frenos y, a menudo, tienen que lidiar con la formación de óxido en los anillos de fricción. El ligero deterioro temporal que se percibe habitualmente en la capacidad de respuesta de los discos de freno no ocurre con el idisc. El director general de Buderus Guss, Gerhard Pfeifer, ha afirmado que “el idisc tiene todo lo que se necesita para reemplazar el disco convencional y convertirse en el nuevo estándar del mercado de discos de freno. Dado el continuo debate sobre la contaminación por partículas en muchos países y grandes ciudades del mundo, no hay nada que impida su avance, especialmente debido a que los discos de freno seguirán siendo imprescindibles en los automóviles durante las próximas décadas y los volúmenes de producción continuarán aumentando”. Solo en el caso de los automóviles, la demanda de discos de freno se situó en 2016 en más de 330 millones de unidades en todo el mundo.