› Aire comprimido para pinturas de calidad
Proporcionar aire comprimido de calidad a los profesionales del taller de chapa y pintura sea cual sea su aplicación es el objetivo de los nuevos compresores que se han lanzado al mercado en los últimos años. Marcas como Anest Iwata, Compresores Josval, Airmac Compresores, Hertz Kompressoren, Kaeser o MPC trabajan para incorporar en sus catálogos diferentes opciones que cubran las necesidades de los pintores y les permitan destacar en un mercado donde el precio y la calidad son dos factores clave. L as características que presentan los modelos de compresores que encontramos actualmente en el mercado responden a la intención de proporcionar aire comprimido de calidad a los profesionales del taller de chapa y pintura sea cual sea su aplicación. Y es que el aire comprimido es una fuente de energía con la que se trabaja en el taller de carrocería de forma habitual a través de estas herramientas, que lo generan mediante la aspiración de aire ambiente a temperatura y presión atmosférica para conferirle una presión superior. El profesional utiliza estos sistemas durante muchas horas en su jornada de trabajo y, aparte de eliminar la necesidad de disponer de suministro eléctrico para hacer funcionar las máquinas, se emplean para la aplicación de pinturas, el lijado de superficies o el soplado de las carrocerías, por lo que su importancia es clave en el día a día del taller de chapa y pintura.
TIPOS DE COMPRESORES
En la actualidad existen varios tipos de compresores en el mercado clasificados según su fuente de alimentación, tipo de tecnología para comprimir el aire, o el uso y aplicación al que están destinados. Según la forma en que los compresores tratan el aire aspirado encontramos compresores de desplazamiento positivo (los más empleados en el sector del automóvil) y compresores dinámicos. Dentro de los primeros, los más utilizados en el taller de chapa y pintura son los de pistón y los de tornillo. En el compresor de pistón la compresión se efectúa por el movimiento alternativo de un pistón accionado por un mecanismo biela-manivela. Su sistema funciona a través de un curso descendente en el que se abre la válvula de admisión automática y el cilindro se llena de aire, y un curso ascendente donde se comprime, saliendo después por la válvula de descarga. Esta etapa de compresión no permite obtener presiones elevadas, para lo cual es necesario recurrir a dos o más etapas de compresión, en donde el aire comprimido a baja presión de una primera etapa es vuelto a comprimir en otro cilindro en una segunda etapa hasta la presión final de utilización. El empleo de este tipo de compresor se recomienda cuando el consumo de aire requiere 40-50 m3/ hora, está funcionando durante un 50% del trabajo diario y su uso es alrededor de 4.000 horas durante un periodo de entre cinco y siete años. Otro de los compresores más utilizados en los talleres de carrocería son los de tornillo, que se destinan a un