CONCEPTO ARTY
Armonía, luminosidad radiante y la sensibilidad del interiorista Luis Puerta: el mejor cóctel para la colección de arte se disfruta en esta vivienda.
Techos bajos, suelos oscuros, espacios muy compartimentados y cerrados al exterior... El aspecto de esta casa, un unifamiliar de los años 70 en una zona residencial madrileña, no era ni por asomo lo que querían los nuevos dueños. Pero, aunque la forma distaba mucho del objetivo, el fondo era bueno. Querían una vivienda muy diáfana, con mucha luz, colores claros y pocas cosas. Estas premisas casan a la perfección con el reconocible sello de los trabajos del interiorista Luis Puerta, quien afrontó el proyecto de reforma integral. Además de lograr un hogar cómodo para una familia con muchos hijos, existía otro reto fundamental: la propietaria es la representante del artista abstracto Juan Vallejo y exponer sus obras como si de una galería de arte se tratara era condición sine qua non a la hora de componer los espacios y de plantear muchos aspectos de la rehabilitación.
Se tiraron tabiques, se abrieron ventanas y claraboyas para dejar paso a la luz, se dio altura a los techos y se conectaron ambientes con puertas acristaladas. La piedra, el hierro y el blanco conforman un terceto arquitectónico que proporciona grandes dosis de armonía a unas estancias amplias, ordenadas y luminosas, que se visten con suma elegancia: tapicerías en blancos y crudos muy naturales, combinadas con madera o piezas únicas –algunas diseñadas por el estudio del interiorista y otras, antigüedades escogidas–.Y, por supuesto, el arte, que destaca sobre un escenario pensado por y para él, donde las creaciones de JuanVallejo ocupan el lugar preferente que se pretendía.