UN BELLO PIED À TERRE
El estudio de Adriana Luengo firma este apartamento, segunda residencia de una pareja que vive fuera de Madrid, pero pasa aquí largas temporadas. Ingenio, dinamismo y chispa son los ingredientes de un cóctel sorprendente e inesperado.
Este apartamento seduce por sus toques de sorpresa, ideados por el estudio de Adriana Luengo.
los dueños de esta vivienda, un matrimonio de español e italiana, deseaban un confortable refugio –en el sentido literal del término– para usar como residencia temporal durante sus frecuentes estancias en Madrid y encontraron esta casa ubicada en un edificio de los años 40 en el barrio de Chamberí. Solo era necesario modernizar sus instalaciones y crear una estética de apartamento neoyorquino chic y divertido, según las directrices que los propietarios dieron a Adriana Luengo. Esta interiorista realiza proyectos integrales tanto de redistribución e integración de espacios como de selección de muebles, complementos y, sobre todo, textiles, ya que es también el alma de la tienda Detela, que cuenta con una extensa oferta de marcas nacionales e internacionales. De aquí proceden tapicerías, cortinas y papeles pintados, que, junto con el heterogéneo mobiliario, aportan al piso un eclecticismo muy especial: «No podía ser de otra forma, pues la propietaria –una mujer muy carismática– tiene muchos focos de interés y se enamoraba constantemente de nuevos looks que quería incorporar al proyecto», nos cuenta Adriana Luengo. Finalmente se llegó al consenso y el apartamento se optimizó al máximo con ideas sorprendentes y poco convencionales. Juega un rol fundamental el papel pintado de la firma Casamance dando vida y personalizando estancias de reducidas dimensiones, o revalorizando determinadas paredes.
El repertorio estilístico es múltiple y en él coexisten muchos de los actuales trending topics decorativos: piezas vintage, esculturas de animales en cerámica y metal, terciopelos, alfombras de cebra, objetos dorados y espejos sol. Los suelos de tarima, de la marca Surco, y la pintura en gris claro y azulado ponen un fondo tranquilo a un ritmo decorativo, movido pero sin disonancias, que genera un resultado... ¡molto vivace!