EL EQUIPO DE BAO PROYECTOS DEVOLVIÓ EL BRILLO PERDIDO A ESTA JOYA MADRILEÑA. AHORA, SU HERMOSA PIEL DESLUMBRA CON LA RIQUEZA DE MATERIALES Y LAS PIEZAS DE AUTOR.
Su interior volvió a brillar con acabados cálidos y diseños que aportan personalidad. Un gran trabajo de Bao Proyectos.
Las molduras artesanales aportan la nota señorial de principios del siglo XX
Despertar su espítitu señorial de un mal sueño en forma de oficina. Ese fue el primer objetivo que el estudio de arquitectura e interiosmo BAO Proyectos se marcó en esta magnífica vivienda construida en 1915 frente al parque madrileño del Retiro: «Cuando llegamos, era un despacho de abogados, pintado de amarillo y con tarima sintética pegada sobre el suelo original», nos explican los arquitectos Pilar Barroso y Miguel Brieva. El segundo reto lo planteó la distribución. Disfrutar de una casa que pasa de una intensa actividad social –a los dueños les encanta recibir– a pedir calma cuando la familia, con dos hijos pequeños, se queda sola precisaba de la total separación para las zonas de día y de noche. La solución espacial, después de tirar paredes e incorporar el cuarto de impresoras de la vieja oficina, quedó resuelta con los dos salones, la biblioteca y la cocina enfocados a la calle, y con los dormitorios y vestidores alrededor de patios de luces. Para favorecer la fluidez y continuidad de los ambientes, el suelo de pino melis recorre todos los espacios aportando, además, dinamismo, ya que los dibujos que forman las tablillas –espiga, diagonal, damero con taco...– cambian de unas estancias a otras.
El respeto por la historia del lugar llevó a los arquitectos a restaurar los elementos originales. En una labor casi arqueológica, localizaron artesanos que conservaban antiguos moldes de escayola para fabricar molduras a medida. La carpintería es un diseño del estudio, pero siguiendo pautas clásicas. Un envoltorio tan trabajado, y en impoluto blanco o en gris gustaviano, actúa de buen fondo para el mobiliario: una reunión de grandes nombres, que dialogan en maravillosa armonía, sin competencia. Piezas de Le Corbusier, los Eames,
Saarinen, Bertoia... componen sugerentes escenografías, acentuadas con una iluminación cálida y dirigida. La excelencia también deja su impronta en telas y tapicerías –de lino, algodón, terciopelo o seda– para que el resultado sea una atmósfera atemporal y con un equilibrado mix de elementos sugerentes.
Blanco, negro y materiales naturales logran la serenidad en las zonas privadas