TODOS A UNA
SI EL MUNDO DEL INTERIORISMO SE UNE AL DE LA MODA, EL RESULTADO ES CUANTO MENOS SOBRESALIENTE. L.A. STUDIO FIRMA ESTA VIVIENDA, COMBINACIÓN DE ARTE Y DISEÑO, EN LA QUE SUS PROPIETARIOS HAN TENIDO UNA VOZ MUY ACTIVA.
L.A. Studio dio vida, color y “estilazo” a esta casa llena de sorpresas. Muy a la última.
Cómo conjugar una vivienda en Madrid de aires afrancesados que hablan del s. XIX con las necesidades de una pareja moderna dedicada al mundo de la moda y sus dos hijos pequeños era el reto.Los interioristas de L.A.Studio propusieron una solución retrovanguardista que garantiza atmósferas únicas, y un hogar cómodo y vivible: «No minimal, no escaparate, no artificio fue la primera petición que nos hicieron los dueños», explica el director del estudio, Carlos López. Sí una casa contemporánea, confortable para vivir en familia y viajada –sus propietarios reparten sus días constantemente entre Londres, París y NuevaYork–.
En la distribución se reorganizó la planta para hacer más lógicos tanto los espacios comunes como los privados, teniendo un especial cuidado en conservar los detalles con carácter. Un ejemplo son las chimeneas de mármol del salón, que funcionan como oposición a las formas y los colores subidos de algunos de los muebles.También, el suelo original, que da continuidad pero con sutiles particiones, o las columnas de fundición recuperadas, elementos que separan ambientes sin cerrarlos.
Hasta ahí las concesiones clásicas; incluso en el techo se abrió un foseado para luz perimetral con el que evitar grandes lámparas de techo que rompieran la limpieza visual de las estancias.A continuación llegó un cascada de color, estampados tribales y piezas singulares con guiños en clave pop, al hilo de la marca de moda de los propietarios. «Al estar vinculados al mundo de la creación, trabajar con ellos resultó muy fácil», comenta Carlos López. Como un equipo, recorrieron juntos salas de subastas, mercadillos y tiendas, y compartieron tardes de lectura de revistas de arte y decoración hasta encontrar la pieza que llega y lo cambia todo, siempre con la forma de los mejores ejemplos del diseño del s.XX. Unas paredes cuajadas de obras artísticas, como las de Ignasi Aballí y Kino Acosta en el comedor, completan esta miscelánea moderna y equilibrada, que consigue resaltar la estructura original y potenciar la fuerza del mobiliario.
La bañera exenta, de Porcelanosa Grupo, suma puntos de placer que se subliman bajo la iluminación de una original lámpara italiana en latón, diseño de Angelo Lelli. En la otra página, el dormitorio está presidido por el cuadro Andy Dandy (Ten), de The Hilton Brothers –homenaje a Warhol–, tan singular como la descalzadora en pelo de cabra de Mongolia. Sobre la cama, almohadones con print de ikat y, a los lados, pareja de apliques vintage en latón, transformados por L.A Studio. Las mesillas también llevan su firma. En el techo, la bella lámpara Poliedro, de los 50, diseño de Carlo Scarpa en cristal de Murano, editada por Venini.