DE FACTURA MODERNA, ESTE PISO DEL CENTRO DE MADRID SOÑABA CON SER UN CLÁSICO. EL EQUIPO DE MARÍA SANTOS LO HA DOTADO DEL ALLURE GALO QUE TANTO APASIONA A SU PROPIETARIA.
Un soberbio piso madrileño con guiños parisinos, obra de la decoradora María Santos.
Algo más de 1.200 kilómetros separan la capital francesa de Madrid, pero la ilusión de la joven propietaria era recrear el encanto de las casas estilo Haussmann –tan características del Distrito IX de París– en un piso de corte más bien moderno en el barrio de Salamanca. «Sabía perfectamente lo que quería y desde el principio nos facilitó imágenes de ese ambiente clásico que ella deseaba en su nuevo hogar. Y nos entendimos a la perfección, porque el proyecto se ejecutó siguiendo el primer boceto que hicimos», recuerda Fabiola Olivera, del estudio de la interiorista María Santos.Tras tirar todos los tabiques, empezó la labor de conseguir ese entorno tan anhelado. «Utilizamos molduras en la carpintería, pero sin sobrecargar. Elegimos formas muy sencillas para puntos concretos, y las combinamos con un rodapié de casi 25 cm y con mármol en los baños y en el suelo de la cocina», nos continúa explicando.Terminó de lograr ese clasicismo francés el mobiliario elegido: una buena representación de antigüedades, piezas vintage e iconos del diseño, adquiridos en almonedas y en Bingutti, la tienda de la propia María Santos.
La propuesta funciona muy bien en una planta de carácter bastante abierto, con ambientes interconectados. Las paredes se vistieron de un tono blanco roto liso, con la única excepción del domitorio principal, que destaca por una sutil nervadura en escayola. La claridad de los acabados –que también está presente en el suelo, donde una tarima de madera de roble natural se extiende por todas las habitaciones, menos en la cocina y los baños–, junto al uso de puertas acristaladas y de carpinterías de DM lacado en blanco, juega a favor de ese luminoso flow que irradia tranquilidad. Una iluminación muy cuidada cierra el conjunto: tiras LED de luz cálida ocultas en los cortineros, que dan la sensación de volver al día, se suman a luminarias de mesa y apliques que destacan piezas y escenas. Un resultado listo para deslumbrar.
Los juegos de perspectivas en el espejo y el vano enmarcado ponen una dosis de magia deco
El pasado derrocha su charme en pocas piezas de preciosos acabados