El seguro como protección ante los cambios climatológicos
EN EL OLIVAR, EN TODOS LOS MÓDULOS QUEDA GARANTIZADA LA PLANTACIÓN PARA TODOS LOS RIESGOS CUBIERTOS EN LA PRODUCCIÓN, A EXCEPCIÓN DE LA SEQUÍA
Con casi cuatros años de existencia el Sistema de Seguros Agrarios, se ha convertido en un instrumento vital para la supervivencia del sector agrario español, contribuyendo de forma decisiva a estabilizar los ingresos en un sector expuesto a unas adversidades climáticas que resultan cada vez más reiteradas y gravosas. La aprobación por el Gobierno del 39º Plan de Seguros Agrarios Combinados incluye una serie de novedades para el en 2018, que permitirá mejorar la eficacia del sistema y dar respuesta a las necesidades en momentos críticos del sector agrícola.
La utilidad de un sistema como éste se pone de manifiesto especialmente en un año como 2017, que comenzó con fuertes temporales de nieve, lluvia y viento y a lo largo del cual los agricultores y ganaderos se han visto afectados por episodios de fuertes heladas, como el acaecido a finales de abril y, muy especialmente, por una intensa sequía, cuyas consecuencias aún se prolongan en la mayoría del territorio nacional.
Gracias a su contrastada solvencia técnica y económica, el Seguro Agrario ha reaccionado con rapidez y eficacia ante todos estos eventos climatológicos, amortiguando notablemente la pérdida de renta en las explotaciones agrarias.
Así, durante 2017, los asegurados percibieron 700 millones de euros en indemnizaciones, de los cuales unos 240 millones de euros correspondieron a los daños causados por la sequía, especialmente en cultivos herbáceos extensivos, con 185 millones de euros, aunque también en otros cultivos, como el olivar, con 15 millones de euros, y en pastos, con 35 millones de euros. Estas indemnizaciones fueron abonadas, en general en un plazo de 45 días.
Los niveles de subvención establecidos en el 39º Plan se mantienen respecto al anterior Plan. En las líneas agrícolas, el Ministerio concederá, por cuarto año consecutivo, el máximo apoyo permitido por la UE a la contratación de pólizas que cubren daños catastróficos, asumiendo el 65% del coste del seguro. Por otro lado, las pólizas de seguro que cubran daños por sequía podrán beneficiarse de una subvención adicional por continuidad del aseguramiento del 7%, 2 puntos porcentuales más que en el resto de pólizas del Seguro Agrario.
El buen funcionamiento del sistema se refleja en la confianza que depositan los productores agrarios en el Seguro Agrario, con niveles de contratación que, en 2017, se mantienen en niveles similares a los máximos históricos logrados en 2016. A este respecto, en las futuras negociaciones de la PAC, desde el Ministerio se trabajará para hacer valer dicho modelo y reforzarlo tanto jurídica como económicamente, ya que el Seguro Agrario español es uno de los más avanzados dentro de la UE y ha demostrado ser sólido, eficaz y sostenible.
Novedades
Las novedades incluidas en este 39º Plan de Seguros Agrarios Combinado incluye la revisión y perfeccionamiento de las líneas de seguro, se continuará la actualización de las bases de datos de rendimientos de las líneas que lo requieran, se dará cobertura a la producción de ajos, ya cortados, en cajones o “palots”, y se avanzará en el desarrollo de la modalidad de aseguramiento renovable. En los seguros ganaderos, se mejorarán las coberturas para las crías menores de 24 horas en la lí-
nea de explotación de ganado vacuno de reproducción y producción, se incorporará un nuevo mapa de aprovechamientos en el seguro de compensación por pérdida de pastos, se incluirá una garantía adicional para cebaderos en el seguro de explotación de ganado ovino y caprino, se revisará la garantía de Salmonela en el seguro de explotación de ganado aviar de puesta y se revisará la garantía adicional de Aujeszky en el seguro de explotación de ganado porcino.
En cuanto a los trabajos a desarrollar durante el ejercicio 2018 con vistas a la incorporación de nuevas coberturas en futuros planes de seguros, se estudiará la viabilidad de un seguro de rendimientos en lúpulo y se estudiará la viabilidad de un seguro colectivo para aguacate en las Islas Canarias. En la línea de explotaciones forestales, se estudiará la viabilidad de un seguro de capital parcial o a primer riesgo. En las líneas ganaderas, se continuarán los estudios iniciados con vistas a la aplicación de la nueva garantía de montanera para el porcino ibérico y para mejorar la viabilidad de la garantía de desabejado repentino por abejaruco en el seguro de explotación de apicultura, y se estudiará la posibilidad de incluir nuevas especies en las líneas de acuicultura marina y continental, así como la inclusión de las codornices en el seguro de explotación de avicultura de puesta. Por último, se seguirá avanzando en los estudios sobre la utilidad y viabilidad de un seguro de ingresos o rentas y sobre el impacto económico de un módulo 1 para pérdidas de producción superiores al 20% en la explotación.
Otras de las actuaciones para el 2018, es establecer un sistema racional de declaración e identificación de las explotaciones aseguradas, basado en el Sistema de Identificación de Parcelas Agrícolas (SIGPAC), se analizarán las posibles sinergias entre el Registro General de Producción Agrícola (REGEPA) y el Seguro Agrario, se avanzará en la creación de normas específicas de peritación en aquellas producciones que no dispongan de ellas y se avanzará en los trabajos necesarios para la revisión y actualización de las normas específicas de peritación existentes.
Seguros en el olivar
Los seguros en las explotaciones olivareras cubren en el módulo 1A y 1B, los daños ocasionados en el conjunto de parcelas que componen la explotación por los riesgos de pedrisco, riesgos excepcionales y resto de adversidades climáticas, incluida la sequía. En el módulo 2A y 2B, los riesgos quedan cubiertos a nivel de parcela, a excepción del resto de adversidades climáticas que se cubren por explotación. Se cubren los daños ocasionados en cada parcela por los riesgos de pedrisco, riesgos excepcionales (fauna silvestre, incendio, inundación-lluvia torrencial, lluvia persistente y viento huracanado).
En los módulos 1A y 2A, los riesgos cubiertos por explotación se cubren para el conjunto de la explotación a través de un rendimiento máximo asegurable individualizado y un garantizado. A cada explotación se le asigna un único garantizado que puede ser el 70%, el 60%, el 50% con un límite de indemnización del 40% o el 50% con límite de indemnización del 30%. Se tienen que asegurar las cosecha 2018/2019 y 2019/2020 y el cálculo de la indemnización es independiente para cada cosecha.
En los módulos 1B y 2B, los riesgos cubiertos por explotación se cubren para el conjunto de la explotación a través de un rendimiento máximo asegurables individualizable y un garantizado. El garantizado es elegible entre el 70, el 80 y el 90%. Hay explotaciones que en función de sus características no pueden optar al 90% o solo pueden asegurar el 70%. Se tienen que asegurar las cosechas 2018/2019 y 2019/2020 y el cálculo de la indemnización se hace compensando los resultados de las dos cosechas aseguradas.
Se puede solicitar la revisión del rendimiento asignado, en los módulos P de primavera y otoño se cubren los daños ocasionados en cada parcela por los riesgos de pedrisco y riesgos excepcionales.
Los módulos 1A, 1B, 2A, 2B y P de otoño disponen de un seguro complementario. En todos los módulos queda garantizada la plantación para todos los riesgos cubiertos en la producción, a excepción de la sequía. En el módulo P de otoño para la garantía en la plantación además de los riesgos cubiertos en la producción se cubren los daños por adversidades climáticas, excepto la sequía. De manera opcional, quedan garantizadas las instalaciones frente a todas las adversidades climáticas.
DURANTE 2017, LOS ASEGURADOS PERCIBIERON 700 MILLONES DE EUROS EN INDEMNIZACIONES