2. Prueba en circuito
Tras el buen sabor de boca que nos dejó la banda de rodadura para berlinas de lujo pasamos a probar el rendimiento de la versión para deportivos en un circuito ratonero formado por conos. Aquí tuvimos que afrontar curvas rápidas, zonas más reviradas y un tramo de baja adherencia anegado de agua que puso en jaque nuestra capacidad para controlar el lógico sobreviraje. El test, el más divertido de la jornada pero también el más complejo, nos obligaba a realizar un buen tiempo sin rozar ninguno de los conos, lo que exigía un pilotaje fino y un óptimo rendimiento de los neumáticos para garantizar una buena tracción y una frenada contundente . El coche elegido fue un Porsche 718 Cayman S. El resultado en este caso fue igualmente satisfactorio, ya que los P Zero fueron capaces de gestionar a la perfección los rápidos cambios de dirección para permitirnos rodar a toda velocidad en un circuito lleno de trampas sin la más mínima pérdida de adherencia o tracción.