José Luis Gata, de Solera, explica desde un prisma crítico la situación del sector de la reparación.
La recuperación económica trae consigo muchas consecuencias, pero no todas son obvias. La mejora en la renta de los hogares ha conllevado lógicamente una mejora en la actividad del taller, y así sucedió el año pasado cuando las reparaciones crecieron un 1,4% volviendo al fin a la senda positiva. Unas mejoras económicas que además permiten atenuar el problema con el que se encuentra la posventa este año al ver cómo una gran masa del parque automovilístico pasa a cumplir diez años. Son aquellos coches matriculados justo antes de que empezara la crisis y que casi sin darnos cuenta tienen ya una década a sus espaldas. Esta circunstancia, en principio, provocará que la posventa experimente un par de años planos (2017 y 2018), pero de repente ha emergido un actor imprevisto, el siempre depauperado coche mileurista, que ha ayudado a que las reparaciones en el primer semestre de este año crecieran un 2%. Lo que sucede es que estos vehículos están recorriendo más kilómetros y, por tanto, pasan menos tiempo parados por fortuna para la posventa. Así, los de edades de entre 11 y 15 años crecieron en este aspecto un 8,6%, mientras que los de más 15 llegaron hasta el 13,3% de incremento. Este cambio se debe precisamente a la mejora de los datos de empleo; a finales del segundo trimestre del año el desempleo se situó por debajo de los cuatro millones de parados por vez primera desde 2008. Eran personas sin trabajo y que apenas movían el coche, y que al lograr un empleo empiezan a percibir por fin las mejoras económicas en sus bolsillos. Esto se tra- duce en conducir más, en más kilómetros, mayores necesidades de mantenimiento, más probabilidades de tener un siniestro, etcétera.
LOS MÁS RENTABLES CAEN
Para la posventa un coche que no se mueve es como si no existiera, y ahora de repente recobran vida los que languidecían en una plaza de garaje: los coches mileuristas. Por tanto, nos encontramos con un animador inesperado del mercado, pero siempre con matices. No nos olvidemos de que hay muchas operaciones que por su coste (superior a su valor de mercado) no se realizarán, que la cobertura del seguro es más reducida (a terceros), y por tanto la inyección de ingresos que pueden aportar a la posventa es muy limitada.
Eso sí, son coches que si entran en el taller serán bienvenidos y que están apareciendo en un momento crucial, sobre todo para los talleres multimarca, a los que la disminución paulatina de vehículos de 6 a 10 años (que serán apenas el 15% en 2021) les deja con una masa de clientes rentables muy reducida.
En cambio, los coches nuevos seguirán siendo los que más rentabilidad aporten, pero al ralentizarse las matriculaciones, ya no es suficiente para aumentar cuantitativamente las reparaciones en los talleres españoles.
En definitiva, los coches que más dinero dejan son los que menos crecen en volumen de reparaciones, y los coches que menos rentabilidad aportan, son los que más incrementan sus pasos el taller. La incongruencia llega a la posventa.
“EL COCHE MILEURISTA HA AYUDADO A QUE LAS REPARACIONES EN EL PRIMER SEMESTRE DE ESTE AÑO CRECIERAN UN 2%” “LOS COCHES QUE MÁS DINERO DEJAN SON LOS QUE MENOS CRECEN EN VOLUMEN DE REPARACIONES”