REPSOL INVIERTE 42 MILLONES EN EL ÁREA DE HIDROCRÁQUER
La refinería de Repsol en Cartagena inició en mayo una parada de mantenimiento en sus áreas de hidrocráquer (destinadas a la producción de combustibles) e hidrotratamiento (área responsable de la excelencia medioambiental de los productos que se obtienen
Eparada programada consta de diferentes acciones, como inspecciones reglamentarias y trabajos de mantenimiento, que no se pueden realizar cuando las unidades de producción están en funcionamiento. El presupuesto es de 42 millones de euros para realizar mejoras en fiabilidad, seguridad y eficiencia energética de los equipos, contribuyendo sustancialmente a la reducción de las emisiones de CO2 , con un 2 ahorro previsto de 44.000 toneladas de CO2 en 2017. Se trata de unidades que son fundamentales para esta refinería, con un alto grado de complejidad tec- nológica; la planificación y preparación de los trabajos se ha extendido durante aproximadamente dos años. “La experiencia de la parada del pasado año ha sido muy valiosa y ha permitido incorporar lecciones aprendidas durante la programación de los trabajos, que sin duda redundarán en el éxito de esta parada”, explica la compañía. Una media de 1.100 personas (y picos de 1.500), han pasado por la refinería de Cartagena diariamente para participar en los trabajos de parada. “La seguridad del personal es la máxima prioridad de Repsol”, destacan sus responsables. Para ello,
SE IMPARTIERON MÁS DE 29.000 HORAS DE FORMACIÓN EN SEGURIDAD TANTO A PERSONAL PROPIO COMO DE EMPRESAS CONTRATISTAS
se creó un grupo de coordinación de seguridad de 80 personas, formado por técnicos de prevención de riesgos laborales de las empresas subcontratadas y por responsables de seguridad de Repsol. Su objetivo: velar por el cumplimiento de las normas de seguridad, incidiendo en diferentes aspectos relacionados con esta materia. Previo a la parada se impartieron más de 29.000 horas de formación en seguridad, entre el personal propio y el de las empresas externas.
Innovación y seguridad
Asimismo, entre marzo y abril la refinería de Repsol en A Coruña realizó una parada programada de su unidad de combustibles, que supuso una inversión de 23,5 en seguridad e innovación. Durante la parada se revisaron 22 unidades y cerca de 1.000 equipos. En los trabajos también se realizaron 44 actuaciones para introducir las últimas tecnologías e incrementar la eficiencia de los procesos. Esta revisión programada supuso un cese temporal del funcionamiento de aproximadamente la mitad de las unidades de la refinería, para proceder a tareas de inspección, mantenimiento e inversiones en innovación tecnológica. El resto de las unidades de la refinería funcionaron con normalidad. Para llevar a cabo la parada programada, se creó un departamento específico, integrado por profesionales pertenecientes a todas las áreas de la refinería de A Coruña, con la colaboración de técnicos de otros complejos industriales de Repsol en España. El principal objetivo de Repsol fue la seguridad de todos los trabajadores que participaban en las tareas de inspección y mantenimiento. Por esta razón, la coordinación de seguridad estuvo formada por más de 120 personas, entre personal propio, técnicos de prevención de empresas de servicios y todos los profesionales de prevención de las empresas contratistas. Funcionaba las 24 horas y se encargaba de velar por la prevención y gestión de todos los aspectos de seguridad. Todas las personas que formaron parte de la parada tenían unos requisitos de formación en seguridad, reforzados con cursos específicos sobre la parada y sobre los trabajos. “Las inversiones en materia de seguridad, medio ambiente, innovación y tecnología son una
EL PRESUPUESTO DE LA PARADA PROGRAMADA ES DE 42 MILLONES DE EUROS PARA REALIZAR MEJORAS EN FIABILIDAD, SEGURIDAD Y EFICIENCIA ENERGÉTICA DE LOS EQUIPOS
constante en la refinería coruñesa y sitúan a esta instalación industrial entre las más eficientes de su sector en Europa”, señala la compañía. Igualmente, entre mediados de enero y marzo, Petronor realizó la mayor parada programada de su refinería en Muskiz, que contó con un presupuesto total superior a los 49 millones de euros, entre mantenimiento e inversiones. De ellos, 26 millones se destinaron a innovación tecnológica para, entre otras cuestiones, reducir el consumo combustible. Entre estas inversiones, destacarían los nuevos compresores de la unidad FCC que reducirán significativamente el consumo de combustible para generación de vapor en el complejo, los cierres secos en máquinas rotativas para reducir los consumos de aceite y la instalación de nuevos precalentadores de aire a hornos para reducir el consumo de combustible en los mismos.
En materia de innovación, en el apartado de mejoras que se han implementado en esta parada general aprovechando el cese de la actividad, destacan entre otras las que se describen en las siguientes líneas:
• Mejora de la eficiencia energética de las instalaciones, mediante inversiones relacionadas con el enfriamiento de los humos de chimeneas y el consiguiente ahorro de energía.
• Mejora de la fiabilidad de los equipos: sustitución de cambiadores de calor y permuta de unos depósitos por otros de materiales más duraderos.
• Actualización tecnológica: sustitución de parte de la electrónica de control e instalación de cierres mecánicos de alta tecnología.
• Incremento de la producción de gasolinas y de H en procesos que permiten revalorizar otros productos.
• Instalación de nuevos compresores.
• Mejora de la mantenibilidad: instalación de bocas de acceso al interior de equipos para facilitar su inspección y modificación de los cauces internos para mejorar el tránsito a los mismos.
• Instalación y puesta en marcha de los proyectos aprobados en el programa Inspîre.