PREMIOS NACIONALES DE CULTURA 2018
Ya se han concedido los Premios Nacionales de este año 2018 y, por lo que atañe al mundo edito
rial, queríamos felicitar especialmente a estos galardonados:
La periodista y poeta gallega Ana Romaní Blanco ha sido galardonada esta martes con el Premio Nacional de Periodismo Cultural por «su larga trayectoria en el periodismo, su constante trabajo de promoción de la cultura y de la radio con formatos propios», así como por «su visión de feminismo crítico y compromiso social». Romaní ha desarrollado la mayor parte de su carrera en Radio Galega. El premio llega en un momento polémico por la decisión de la radiotelevisión autonómica de eliminar de su parrilla el programa Diario Cultural, creado y dirigido por Romaní haca casi 30 años.
El Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial ha recaído en la editorial valenciana Media Vaca por «el cuidado exquisito del catálogo, la calidad de sus libros, el respeto a los lectores y al resto de agentes de la cadena del libro». Fundada en 1998 por Vicente Ferrer y Begoña Lobo, es una editorial generalista infantil de ficción y no ficción, que se caracteriza por dar mucha importancia a las ilustraciones. Durante estos veinte años de vida, ha recibido un buen número de premios nacionales e internacionales, como el Bologna Ragazzi Award que otorga la Feria del Libro para Niños de Bolonia, la más importante del sector.
El Premio Nacional al Fomento de la Lectura lo han recibido tanto la revista de literatura infantil y juvenil Peonza como la Botica del Libro, de Cartagena. Para el jurado, Peonza es merecedora del premio por «el esfuerzo desinteresado de un grupo de profesionales de la enseñanza que ayuda a que docentes y bibliotecarios de España cuenten con instrumentos adecuados para el fomento de la lectura». Inició su andadura en 1986, en Cantabria, dirigida tanto a los pequeños lectores como a profesores, bibliotecarios, padres y educadores. La redacción la integran profesionales de la educación
procedentes de diversas formaciones, que desarrollan su trabajo en Cantabria, en todos los niveles educativos. La Botica del Libro, fundada por Isabel Gallego Ruiz y
Ana Martínez Gutiérrez, desarrolla su labor en dos de los barrios más desfavorecidos de la ciudad de Cartagena: Lo Campano y José M. Lapuerta, barriada de clase mediabaja con alto índice de población inmigrante. La Botica cuenta con una treintena de voluntarios que realizan una serie de actividades para acercar la lectura a todos los públicos y fomentar la integración y la mejora de la vida de los ciudadanos.
La mallorquina Antònia Vicens es la galardonada con el Nacional de Poesía, por el poemario Tots el cavalls, escrito en catalán y que, en palabras del jurado, muestra «una vocación poética que contempla toda una vida a través del tamiz de una expresión seca, dura, inquieta y fulgurante». Vicens es dueña de una larga trayectoria literaria, tanto en verso como en prosa. También ha publicado narrativa juvenil y atesora distintos premios como el de Cultura de la Generalitat de Catalunya, la Creu de Sant Jordi, el Ciutat de Palma, Constantí Llombart, Ramon Llull... Desde 2006 es socia de honor de la Associació d Escriptors, en la que estuvo en diversos cargos.
La ganadora del Premio Nacional de Cómic es la más joven de todos; se trata de la valenciana Ana Penyas, por la novela gráfica Estamos todas bien (Salamandra). Es un relato generacional de una serie de mujeres de edad que habla de la memoria histórica y del franquismo, de feminismo y de las mujeres olvidadas de toda una generación. Pero, sobre todo, habla de las personas cotidianas que construyen una sociedad. Esta obra ya mereció el X Premio Internacional de Novela Gráfica FNAC-Salamandra Graphic en 2016.
Y, finalmente, el Premio Nacional de Ilustración, ha recaído en la veterana ilustradora catalana Maria Rius, de ochenta años, poseedora de una amplia bibliografá de más de 370 títulos, publicados en una veintena de países. Ha ejercido de profesora, creó la Asociación Profesional de Ilustradores de Catalunya (APIC) y ha trabajado con distintas técnicas. Sus primeros títulos fueron adaptaciones de cuentos clásicos para la editorial Roma en 1956. Sus referentes en la ilustración fueron varios, entre ellos Mercè Llimona, Lola Anglada y Torné Esquius.