LA HABITACIÓN DE INVITADOS

DREDA SAY MITCHELL NEWTON COMPTON, TRADUC CIÓN DE JOSEP ESCARRÉ REIG, 352 PP., 12,25 €

A finales de 2023 llegaba a nuestras librerías este thriller psicológico traducido a más de catorce idiomas. Su autora, Dreda Say Mitchell, fue premiada con el prestigioso Crime Writers Association, y nombrada en 2020 miembro de la Orden del imperio británico por su labor en cuanto a la difusión de la literatura y la elaboración de trabajos educativos en prisión. No está nada mal como carta de presentación de un escritor.

La habitación de invitados cuenta la historia de una joven llamada Lisa que logra alquilar una habitación en una casa preciosa en el centro de la ciudad. Sus propietarios, Jack y Martha la acogen con los brazos abiertos, aunque son algo estrictos con sus normas. Lisa encuentra una carta de suicidio de alguien que ocupó la habitación antes que ella. Los dueños de la casa niegan la existencia de cualquier inquilino, pues nunca antes habían decidido alquilar. A partir de aquí la historia se abre en abanico y descubrimos el pasado un tanto perturbador de la protagonista. Ayudada por un antiguo novio, Lisa deberá esclarecer que relación tiene esa carta que no deja de atormentarla con su familia; unos padres que harán todo lo posible para evitar que su hija junte las piezas de un puzle macabro.

Dreda Say Mitchell logra hacer un coctel molotov mezclando grandes cantidades de misterio, intriga, algo de romance y, sobre todo, una carga psicológica capaz de angustiar e incomodar, a partes iguales, a todo tipo de lector. Aunque es inevitable -y feoy poco recomendable, lo sé- la comparación con grandes referentes de la talla del maestro Stephen King, la autora bebe y se nutre de esa fuente. El relato avanza en un in crescendo perfectamente controlado y aunque nos lleva como lectores por dónde ella quiere, no nos deja entrever demasiado aquello que nos deparará el final. El clímax detona en lo más alto para solventar los cabos sueltos que nos permitirán entender el porqué de esa casa en concreto y no otra, además de llevarnos la sorpresa final con…sshhhh, nada de spoliers.

La habitación de invitados, en definitiva, es una novela de lectura fácil y amena que no se pierde en contenidos banales ni grandes filigranas descriptivas. Tal vez ésa sea su fórmula: nada sobra. Suspense y tensión en todo momento y hasta la última página de este thriller con reminiscencias y trazo ligero de noir.