¿ESTÁS MENTALMENTE FATIGADO?
Por desgracia, no hay ninguna prueba sencilla que pueda dictaminar que tu mente está demasiado cansada para acometer un entrenamiento largo porque, bueno, cada cerebro es diferente. Pero Fifer sugiere que estés atento a las caídas de motivación, sobre todo si no desaparecen una vez empiezas a sudar. “Si no puedes meterte en el entrenamiento, esto indica que tal vez haya que abortarlo y probar algo diferente”, explica. Atiende a tu nivel de esfuerzo percibido ese día y, si lo necesitas, mejora tus sensaciones mezclando tu programa de entrenamientos con velocidad.