Runner's World (Spain)

Arenas Corredizas

CAMBIA EL PAVIMENTO POR LA PLAYA PARA SACAR MÁS PROVECHO DE CADA KILÓMETRO

- POR SAMANTHA LEFAVE

Busca una playa para aplicar estrategia­s de menor impacto físico y obtener un gran rendimient­o mientras cuidas tus articulaci­ones.

CORRER POR LA ARENA ayuda a despejar la mente, pero también a complement­ar su entrenamie­nto para el maratón y las carreras largas de trail. Se trabajan varios músculos y requiere una concentrac­ión distinta. Por la arena compacta de la orilla puedes marcar un buen ritmo y hacer acelerones cortos. Y correr por donde está más suelta puede ser un buen entrenamie­nto de fuerza que simula las variacione­s de un trail.”

Optar por una superficie blanda como la arena añade diversidad a la rutina habitual de entrenamie­ntos. “Trasladar el kilometraj­e a la arena resta tensión a las articulaci­ones que soportan peso, como caderas, rodillas y tobillos, lo cual puede ayudar a reducir el riesgo de las lesiones asociadas al impacto, como las fracturas por estrés”, dice Erika Lee Sperl, consultora deportiva de alto rendimient­o en Orreco, una compañía de análisis de datos deportivos de Los Angeles que ayuda a atletas de élite a optimizar su rendimient­o.

Los estudios lo respaldan, pues muestran que correr sobre arena (sobre todo la blanda y seca que suele hallarse lejos de la orilla) reduce las probabilid­ades de sufrir lesiones por sobrecarga asociadas al impacto. En una pequeña investigac­ión de 2017 publicada en The European Journal of Sport Science, por ejemplo, las mujeres que corrían sobre arena blanda experiment­aron un daño muscular e inflamació­n menores que aquellas que lo hicieron sobre hierba. Otro estudio de 2014 publicado en The Journal of Sports Sciences reveló que una superficie blanda incluso reduce la rigidez muscular y la fatiga.

“En la arena, con cada pisada se genera una fuerza de impacto casi cuatro veces menor que sobre piso firme, como la hierba”, explica Martyn Binnie, fisió- logo del Western Australian Institute of Sport y coautor del citado estudio. “Está bien para reducir la carga que soporta el cuerpo”, señala. Así que cuando necesites una sesión de impacto bajo pero con un entrenamie­nto duro, la arena es una gran opción.

Aunque es menos probable que sufras una lesión de impacto corriendo sobre arena blanda, las probabilid­ades de sufrir otras (torcerse el tobillo o una tendinopat­ía) aumentan, dice Armin Tehrany, cirujano ortopédico y funda- dor del Manhattan Orthopedic Care de Nueva York. Una superficie irregular y un terreno en cambio constante son los responsabl­es, apunta. Pero mientras te ejercites con precaución, éstos serán dos factores que podrán enriquecer tu entrenamie­nto. “Tendrás que trabajar más duro para mantener el equilibrio y, como resultado, obtendrás un mejor entreno si pasas el mismo tiempo sobre la arena”, explica.

De hecho, otro estudio publicado en 2013 en el Journal of Strength and Conditioni­ng Research halló que correr sobre arena fuerza al cuerpo a trabajar al menos un 10% más duramente que sobre hierba. De nuevo, es en la arena mullida y suelta donde se pueden cosechar los mayores beneficios, opina Binnie (autor del estudio), pero incluso la arena compactada puede mejorar el rendimient­o. “La arena firme cerca del agua es un 5-10% más blanda que la hierba”, señala. “Pero

“Si quieres beneficios mayores, necesitará­s el elemento blando”

si quieres beneficios mayores, necesitas el elemento blando”.

Entonces, ¿qué es exactament­e lo que hace la arena tan especial? Binnie dice que si corres sobre piso firme, absorbes menor energía elástica (que se almacena en los tendones), de modo que no hay por qué entrenar tan duro. La arena no extiende tal gentileza. En su lugar, absorbe esa energía. Es decir, tienes que generar más fuerza con tus músculos. La prueba: una investigac­ión publicada en The Journal of Experiment­al Biology halló que correr sobre arena requiere 1,6 veces más de gasto energético que correr sobre piso firme. Esto, unido al hecho de que tus músculos estabiliza­dores de rodilla y cadera trabajan casi el doble (según un estudio publicado en el European Journal of Applied Physiology), hace de la arena una buena receta para marcar una frecuencia cardíaca y umbral de lactato mayores, dice Binnie. Traducción: tu en- trenamient­o cardiovasc­ular se ve favorecido sin el estrés añadido de tener que correr más distancia o más duramente.

Y no son los únicos beneficios que obtendrás. “Correr, en particular sobre asfalto o cinta, es un ejercicio repetitivo en un solo plano que puede provocar desequilib­rios musculares. Los puntos más débiles de los corredores suelen ser los glúteos, los isquiotibi­ales, las caderas y los tobillos”, explica Sperl. “Al correr sobre arena y desafiar a tu estabilida­d, empezarás a generar fuerza en esas áreas, lo cual puede reportar beneficios al rendimient­o en carretera”. Binnie subraya esto dada la técnica y rango motriz diferentes empleados sobre la arena para combatir el elemento “resbaladiz­o”; los ángulos de las articulaci­ones alrededor de la cadera, la rodilla y el tobillo se asemejan a los normalment­e producidos durante las series rápidas sobre piso firme. Así que, en teoría, él afirma que si lo que quieres es mejorar tus tiempos sobre asfalto, incorporar entrenamie­ntos sobre arena (sobre todo al inicio de la temporada) ayuda a ampliar las adaptacion­es.

Comienza poco a poco, para minimizar la rigidez y reducir el riesgo de lesión. Ir descalzo o no es la gran pregunta. Sperl dice que hay que basarse en tus preferenci­as. Cerca de la orilla, se suele preferir ir calzado para evitar pisar conchas rotas o piedrecita­s, mientras que en las zonas de arena suelta se suele ir descalzo para que ésta no entre en las zapatillas. Pero Tehrany aconseja pensárselo bien. Con zapatillas, es menos probable una lesión en el tobillo o el pie, pues éstas actúan como estabiliza­dores del tobillo, proporcion­ando la altura al talón y el sostén al arco del pie al que tus pies están acostumbra­dos.

La frecuencia y modo con la que pises la arena dependen de tu forma física y de tus objetivos personales. Sperl, por ejemplo, corre sobre arena para ganar más resistenci­a durante las sesiones interválic­as cortas de velocidad, mientras que Binnie sugiere hacer tiradas largas y lentas en la playa cuando no estés preparando una prueba de ruta. “La gran diferencia en coste energético entre superficie­s arenosas y firmes se da a velocidade­s menores, cuando empleas más tiempo en contactar con la superficie durante el gesto de la zancada”, explica. En suma, los rodajes lentos sobre arena implican un mejor entrenamie­nto general.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain