Pregunta al Doctor
El tratamiento de las rozaduras y la adaptación del cuerpo a las altas temperaturas, son cuestiones que detalla nuestro galeno preferido.
La primera medida es aplicar vaselina sobre las zonas de roce, antes de correr y competir. Es una medida muy necesaria cuando el clima hace que sudemos más. También hay geles y cremas de caléndula que evitan el picor o escozor, tan desagradable, que estas irritaciones ocasionan en la zona de aductores. La precaución se puede extender a las axilas y pezones, pues también son fáciles de irritar, al incrementarse inusualmente la sudoración. Todas ellas, junto a los espacios existentes entre dedos de los pies, son las localizaciones más afectadas por estas desagradables rozaduras. Añadir, también, que el volumen de la zona interna de los muslos disminuye sensiblemente a medida que corremos de forma constante y durante años. Esto debe entenderse como una medida adaptativa positiva en la disminución general del peso del corredor cuando alcanza un alto número de kilómetros en sus entrenamientos. También han dado buen resultado algunas mallas térmicas cortas que consiguen que se reduzca antes el perímetro del muslo, pero no se debe olvidar que no hay equipamiento milagroso que supere a la constancia de cada corredor.