Marathon Man
EL AUSTRALIANO TRENT MORROW, QUE OSTENTA EL BESTIAL RÉCORD DE HABER CORRIDO 160 MARATONES EN 7 CONTINENTES EN UN AÑO, VISITÓ MADRID EL PASADO ABRIL PARA PARTICIPAR EN SU MARATÓN.
Es Trent Morrow (completó 160 maratones en un año) y recientemente corrió en Madrid.
AATENCIÓN A ESTE HOMBRE. Peculiar, corre sin parar por todo el globo y, cuando viene a Madrid, se aloja en Getafe, en las afueras de la capital. Es Trent Morrow, de 44 años, y corre como homenaje a su madre y su madrastra, ambas fallecidas a causa del cáncer. De sólida formación universitaria (licenciado en Historia Política, máster en Negocio Mercadotécnico) y con una prometedora carrera como agente de ventas en varias firmas internacionales, hace unos años halló un nuevo compromiso y una motivación arrolladora: “A finales de 2012, mi madrastra Carol, quien entonces vivía en Phoenix (EE.UU.) me reveló su diagnóstico de cáncer de pulmón en fase terminal. Aquello fue un punto de inflexión total para mí, pues ya había perdido a mi madre en 1993 por cáncer de colon. Así que decidí viajar allá para pasar juntos el mayor tiempo posible y, mientras, comprometerme a un reto vital: correr el mayor número de maratones posible a lo largo de 7 continentes durante un año y dedicar tal misión a la preciada memoria de mi madre y mi madrastra. Fue un abandono increíble de mi zona de confort, pues no estaba seguro de poder manejar tal desafío a diario en los planos físico, logístico, financiero, emocional y espiritual. Era hacer algo que nunca antes se había hecho. Pero ahora es estupendo poder combinar mi pasión por el running con mi trabajo en Altra Running, en Australia”, cuenta Morrow, detallando la motivación que le llevó a completar 160 maratones entre abril de 2013 y abril de 2014 en 12 países de los 7 continentes.
Trent Morrow suele viajar solo (“Aunque me encantaría compartir los viajes con la chica adecuada cuando nos encontremos”, dice) y correr para inspirar en otros la idea de que todo es posible con motivación, de que cada uno de nosotros podemos ser un superhéroe en todas las áreas de la vida. “El mayor desafío es financiar los viajes, espero seguir encontrando socios y compartir esta misión con la mayor cantidad de gente en todo el mundo”, señala. La clave es el apoyo: “Soy muy afortunado de poder contar con un increíble grupo de apoyo en las redes sociales”.
¿Y cómo es correr 160 maratones en un año? “Estás totalmente comprometido, te centras en hallar tiempo para viajar al maratón del día siguiente, por la noche, a veces sin dormir. La logística es de otro mundo, será estupendo detallarlo todo próximamente en un libro. En realidad, aún me estoy recuperando en muchos aspectos de estos logros (el
“El mayor desafío es financiar
los viajes, espero seguir encontrando socios y compartir esta misión con la mayor cantidad de gente en todo el
mundo”
más difícil, el componente financiero). No había tiempo para entrenar entre los muchos maratones corridos en días consecutivos y, especialmente, los 32 maratones en 35 días por siete estados norteamericanos. La prioridad era solo poder comer y recuperarme todo lo posible entre prueba y prueba”, explica. Morrow no viajó acompañado de ningún fisioterapeuta ni nada que se le pareciera. “Me habría encantado, pero me apañé con rodillos de masaje, medias de compresión y un aparato de electroestimulación. De vez en cuando me atendió algún masajista, una bendición.”
Morrow se estrenó corriendo en 2008 a lo grande: el Marathon Des Sables por el desierto del Sáhara, una carrera durísima. En 2018, año de su décimo aniversario como corredor, ha tenido problemas de peso y lesiones, alcanzando los 125 kg de peso. Pero volvió a esta prueba antes de recalar en Madrid. “El objetivo para volver al desierto del Sáhara requirió mucha motivación y, en pocos meses, perdí más de 25 kg para estar listo. Y sí, tuve dudas, sobre todo en la etapa larga de 86 kilómetros, con ampollas en un pie, un calor de más de cuarenta grados por el día y un frío tremendo por la noche. A Madrid llegué físicamente exhausto, con el isquiotibial derecho tocado y una infección ocular. Pero nada me detuvo”, remata.