VELOCIDAD POR FASES
LOS BENEFICIOS DE LA GANANCIA DE VELOCIDAD PASAN ANTES POR UN TRABAJO DE TÉCNICA, POTENCIA… Y RESISTENCIA
LA VELOCIDAD ES UNA CUALIDAD que, aun innata en alg unos corredores según su tipo de fibras musculares, conviene trabajar para obtener la capacidad de correr a un ritmo más alto. Correr rápido para correr rápido. Pero también cabe cuidar la técnica de zancada durante el aumento de la frecuencia de los pasos, un aspecto fundamental. Es decir, incrementar el número de apoyos en una pequeña franja de tiempo sin menoscabo de la postura.
¿Y para qué quiero el trabajo de velocidad si a mí lo que me va son los 10K?, te podrías preguntar. “Un corredor de largas distancias puede dudar de la utilidad de las repeticiones de 100 metros. Bien, si tu objetivo es participar y llegar a la meta, seguramente esas series no te aporten demasiado, aparte de asumir riesgos de lesiones musculares. Pero si tu objetivo es mejorar tus resultados, este tipo de entrenamiento te aportará beneficios aunque solo sea en la línea de mejora de tu eficacia mecánica”, señala el legendario entrenador soriano Enrique Pascual.
La resistencia, la reserva de energía corporal para aguantar esfuerzos prolongados, es crucial para poder afrontar los entrenamientos largos y las competiciones. Es decir, debemos adquirir un buen fondo físico para aguantar los envites de los diferentes tipos de entrenamiento y poder así generar un rendimiento aceptable después. “El trabajo de resistencia será básico para personas que quieran hacer ejercicio por el hecho de encontrarse bien y para mantener las condiciones físicas propias de nuestro organismo. Por desgracia, éstas se irán dete- riorando, fundamentalmente por la falta de práctica y por la edad. Si nuestro objetivo es participar en alguna competición, sea del nivel que sea, tenemos ganada la primera premisa del entrenamiento, “voluntad de mejorar”. A partir de ese momento, iniciaremos el entrenamiento de resistencia, que será el requerimiento principal en las competiciones a las que nos queramos enfrentar”, plantea Pascual.
Si ya sales a correr tres o cuatro veces por semana empleándote entre 7 y 8 km por sesión, seg uramente ya dispones del suficiente fondo físico para probar el entrenamiento interválico, el tipo de carreras con las que tu velocidad de desplazamiento aumentará, pues puedes trabajar distancias cortas de manera intensa. El método es simple; alternas fases en las que tu ritmo es lento y tu respiración con-