Responde el Doctor
Nuestro galeno de referencia nos advierte de las consecuencias de la mala elección del calzado.
Nos presentas un cuadro clínico bilateral de sobrecarga de tendones en varias localizaciones y además con un testigo de cargo muy claro: el desgaste interno excesivo en tu calzado. El diagnóstico deberá ir enfocado a anomalías en tu pisada. Quizá se trate de una hiperpronación en ambos pies con desvío del hueso del talón (el calcáneo) al talonar, lo cual conlleva un desalineamiento del pie y, especialmente, del tendón de Aquiles, que al ser solicitado de más no deja de inflamarse cada vez que corres. Como la pronación excesiva es bilateral, la primera medida a adoptar es no utilizar zapatillas neutras, sino con corrección anti-pronación. Si pronas mucho más de un pie que de otro, necesitarás plantillas correctoras. El desvío hacia el compartimento interno en el pie condiciona también un valgo de rodilla (rodillas hacia adentro), cosa que justificaría la tendinitis rotuliana. Si resuelves lo de los pies (con zapatillas adecuadas en primera instancia o con plantillas en segundo lugar), corregirás también los problemas de rodillas.
Hice mis tiradas largas por la playa, la ida con zapatillas y la vuelta descalzo, y creo que tengo inflamado el talón o la fascia plantar. ¿Cómo llego al maratón de otoño?
Sea talalgia o fascitis plantar lo que tengas, vas a estar dos o tres semanas en reposo, estirando la fascia desde los dedos y poniendo cinco o seis veces al día hielo en la zona. Cuando la fascitis es completa se debe realizar un vendaje funcional específico, al menos durante seis semanas. Es decir, venirte arriba en la playa y correr descalzo mucho tiempo ha arruinado tu preparación maratoniana. Recupérate bien de la lesión, ya habrá otras maratones. La parte positIva es que nunca te volverá a pasar, pues tendrás cuidado cuando corras por un terreno al que no estés acostumbrado. Te habría ido mejor yendo por el cemento del paseo marítimo, no difiere tanto del asfalto.
Me gustaría comprarme unas zapatillas ligeras para correr una media maratón, de las que llaman “voladoras”. Me han dicho que para hacer las series y competir me vendrían muy bien. Peso 80 kg y me pregunto si es aconsejable para mí este tipo de calzado, pues no quiero que me lesionen.
Las zapatillas de menos de 200 gramos exigen una estructura corporal ligera de peso y una zancada con poco tiempo en el talón y más en el mediopié. Así puedes sacarlas su máximo rendimiento sin alterar tus articulaciones ni tus tendones. Por mucha amortiguación que tengan (por ejemplo, las utilizadas en el reto “Breaking 2” y sus derivadas), piensa que este calzado está diseñado para corredores de unos 60 kilos. La presencia a veces engaña, pues son zapatillas altas y de apariencia robusta, pero con 20 kg más de peso corporal necesitas un calzado menos “volador” y más protector. Los ritmos a los que corre esta gente están siempre por debajo de tres minutos el kilómetro. Yo pienso que no es sólo la zapatilla lo que les hace correr así. Pero, obviamente, los fabricantes te dirán lo contrario.