Mentalízate
CLAVES Y ENFOQUE PARA MEJORAR TU RENDIMIENTO, O CÓMO CONCENTRARSE EN EL ARTE DE LA POSIBILIDAD.
Mejora tu enfoque psicológico para afrontar tus retos kilométricos con mejores garantías.
¿CUÁNTAS VECES habremos pensado lo genial que sería correr 10K, 21K, un maratón, bajar la marca, etc.? Sin embargo, al mismo tiempo consideramos que no vamos a renunciar al bienestar con la familia, los amigos o el trabajo. Pero, realmente ¿crees que es incompatible? ¿Por qué? Si pudiéramos cambiar el enfoque psicológico y preparar la mente para conseguir el reto que hasta ahora sólo ha sido un sueño y lograr hitos impensables sin caer en la frustración mientras disfrutamos de nuestra vida socio-afectiva y laboral, ¿lo haríamos? Seguro que sí.
Pues vamos a dar respuesta a estos dos aspectos básicos para que lo consigas. Es decir, por un lado, “mejorar el enfoque psicológico” para aumentar nuestro rendimiento deportivo y, por el otro, “aumentar el bienestar subjetivo o felicidad” en nuestra vida diaria.
Para alcanzar esta quimera, empecemos por lo más sencillo y no por lo más complejo, valorando nuestro enfoque psicológico y bienestar subjetivo respondiendo a estas cuestiones con detenimiento: a veces se gana y a veces se... De ti depende ganar o perder. Por otro lado, ¿eres feliz? ¿Te sientes realizado en tu vida?
Para mejorar el enfoque psicológico, por ejemplo, analiza si ganar o quedar entre los cien primeros de veras depende de ti. Incluso me atrevería a preguntarte: ¿Depende de ti exclusivamente llegar en el tiempo que te has propuesto? Si la respuesta ha sido un “sí” a algunas de estas tres reflexiones, cabe potenciar más tu enfoque psicológico. No obstante, no te preocupes, pues, curiosamente, es muy común pensar que sí. Pero para alcanzar la excelencia deportiva necesitaremos un “enfoque psicológico” en “estado de reto”.
Para responder a la primera y segunda pregunta vamos a retroceder en el tiempo, concretamente, al día 28 septiembre de 2014. Nos encontramos en el Maratón de Berlín. El día es idóneo para batir marcas; la lluvia, el viento, el frío y el calor aportan su grano de arena desde la ausencia.
En la línea de salida está el keniano Enmmanuel Mutai, sabedor de que con estas condiciones atmosféricas puede batir el record mundial de su compatriota Wilson Kipsang (2:03:23), conseguido el año anterior en esta misma carrera. Sólo tiene que bajar 29 segundos su mejor marca y ya lo habrá conseguido. Em- pieza la carrera y las liebres marcan el ritmo hasta el km 30, y es a partir de ahí cuando se desata el mejor Mutai de todos los tiempos. No sólo limando los 29 segundos, sino por rebajar 39 segundos su mejor marca (2:03:13). Lo ha logrado, pero no ha batido el record del mundo, ni siquiera ha ganado. ¿Cómo es posible? Porque otro compatriota suyo, Dennis Kimetto, ha volado. Ha hecho algo impensable hasta el momento. Ha corrido a 2:54 segundos el km de media, bajando de las 2:03 (2:02:57). Es algo descomunal, increíble.
Por lo tanto, ¿de Mutai depende ganar? ¿O de él sólo dependía esforzarse al
máximo? Parece claro que de él sólo depende esforzarse al máximo. De hecho, él también batió el record mundial en esa carrera. ¿Qué es lo que sí depende de él? De él depende esforzarse al máximo. El resultado no lo pones tu. Tú pones toda la atención en mejorar constantemente tu potencial, en eso es lo que has de concentrarte. Ni siquiera depende de ti, exclusivamen-
“Da igual que entres el número mil o el primero, concéntrate en lo que depende de ti, que es esforzarte al máximo en las condiciones que sean.”
te, hacer el tiempo que te has fijado, ya que las condiciones atmosféricas adversas, lesiones inesperadas, salidas lentas, etc., pueden condicionarte y provocar frustración si crees que el resultado y la victoria dependen de ti, como apuntamos antes. Entonces, ¿cómo podemos no frustrarnos y abandonar? La clave radica en las expectativas. Hay que retirar el molde mental inflación-decepción del “todo va a ser fantástico” de forma desmedida, pues después nos hundimos. Hemos de saber que los atletas profesionales que viven en la excelencia deportiva o estado de reto saben que a veces se gana y a veces se “aprende”, porque de eso se trata, en saber superar las adversidades y no mirar el hito con pensamiento dicotómico de un todo o nada, que es una distorsión cognitiva, sino ir superando la adversidad con humildad. O “ganas” o “aprendes”. ¿Qué es lo que eliges? Pues sí superarte y/o hacer lo máximo que puedas en cada momento.
Ahora bien, ¿qué pasa con nuestra felicidad y nuestra realización sin que tenga que alterarse nuestra vida? Vamos allá. Imagínate que delante de ti hay una mesa con cuatro patas y le das un golpe. ¿Por qué no se cae? Porque tiene cuatro patas. Pues así podemos valorar nuestra felicidad, en cuatro patas que nos van a decir si estamos realizados o no. Empieza a evaluarte cómo está cada pata en tu vida actualmente:
- La afecto-sexual. Es decir, sentir que gustas o te gustan, y/o tener relación sana con alguien o varias personas.
- La relación con la familia y
las amistades.
- El trabajo/estudio y proyec
to de vida.
- El deporte y el ocio.
Si todas las patas están bien, significa que tienes un deporte compatible con tu vida y y que posees muchas herramientas para tener una vida psicológicamente sana. Si te falla una pata, concéntrate en mejorarla. Si son dos patas, ¡ojo!, la frustración empezará a colarse. Si es sólo una pata la que está bien, esa misma pata puede generarte una dependencia laboral, emocional o deportiva, pues sólo te agarrarás a esa pata. Así que para afrontar los retos con felicidad, semanalmente hay que cuidar y disfrutar de las cuatro patas.
Recuerda que al aumentar el bienestar subjetivo (la felicidad), aumentas la motivación y la autoconfianza, además de mejorar el modo en que afrontas las lesiones. O simplemente, te ayudará a superar barreras para salir a correr en el día a día. Sólo has de centrarte en esforzarte una y otra vez. No te pongas límites. Da igual que entres el número mil o el primero, concéntrate en lo que depende de ti, que es esforzarte al máximo en las condiciones que sean. Así es el estado de reto.
Concéntrate en lo posible; lo imposible sólo te costará un poquito más.