DESCUBRE CUÁL ES TU ADN RUNNER
Saber si estás hecho para acumular kilómetros en las piernas o para volar como una liebre es esencial para adaptar los entrenamientos a tu potencial. El coach de running Tom Craggs nos explica las ventajas de hacerlo.
todos respondemos a distintos tipos de entrenamientos y disfrutamos de ellos. Hay a quienes les encanta la sensación y la emoción de ir rápido, mientras que otros se mantienen alejados de la velocidad y, en cambio, confían en su capacidad para aguantar. Ahora bien, ¿cómo deberían influir estos instintos y preferencias en nuestra forma de entrenar?
Cuando te dan un plan de entrenamiento, por lo general intentas adaptarte a él física y mentalmente. Pero a menos que lo hayan diseñado expresamente para ti, solo tendrá en cuenta una de las piezas del rompecabezas que forman el entrenamiento: el evento para el que estás entrenando. El otro componente esencial eres tú, tu fisiología, tus puntos fuertes y tus debilidades. Los runners rara vez modifican sus planes para adaptarlos a sus propias necesidades.
Es fácil caer en la trampa y dar por sentado que existe un plan ‘correcto’. No es así.
Determinar tu ‘ADN corredor’ y personalizar tu entrenamiento es fundamental para mantener tu progresión a largo plazo.
¿RESISTENCIA O VELOCIDAD?
Tener una idea sobre tu ‘ADN corredor’ es un buen punto de partida si quieres personalizar tu entrenamiento. El entrenador de atletismo Steve Magness distingue entre corredores rápidos y lentos en función de sus fibras musculares. Yo, en cambio, utilizaré los términos ‘monstruo de la resistencia’ y ‘demonio de la velocidad’ porque, para mí, tu ‘ADN corredor’ es más que músculos: es lo que te motiva, de lo que te puedes recuperar y lo que crees que te funciona. No viene definido por un evento determinado, lo que significa que puede haber monstruos de la resistencia en una 5K y demonios de la velocidad en una ultramaratón.
Ser consciente del punto en el que te encuentras entre ambos extremos y actuar
en consecuencia puede ayudarte a elaborar tu plan de entrenamiento.
Monstruos de la resistencia. Pueden enfrentarse a un mayor volumen de entrenamiento y suelen recuperarse rápido. Estos corredores pueden hacer frente a varias carreras seguidas, incluso a eventos largos. A menudo descubren que son capaces de correr algo más rápido que sus compañeros de entrenamiento, tanto a paso ligero como en las tiradas largas, y que responden bastante bien corriendo a paso regular. Sus cuerpos queman muy bien las grasas almacenadas, por lo que suelen ser bastante fuertes hacia el final de las tiradas más largas.
A veces notan que les falta velocidad en los intervalos más cortos. Sus ritmos, por ejemplo, no cambian mucho entre un esfuerzo de 60 segundos y uno de 4 minutos. Si eres un monstruo de la resistencia, ponte a trotar a modo de recuperación en los entrenamientos por intervalos en lugar de parar del todo.
Continúa dando zancadas después de correr a paso ligero para mantener la sensación de velocidad en las piernas.
Demonios de la velocidad. Deben ser más cuidadosos con la recuperación entre las sesiones. Si eres uno de ellos, quizás debas recorrer menos kilómetros a lo largo de la semana y tomarte un descanso extra.
En un entrenamiento por intervalos, tal vez respondas mejor a las recuperaciones estáticas. Como tu cuerpo quema glucógeno a ritmos más rápidos, deberías correr más despacio durante las carreras de recuperación, además de disminuir el ritmo de tus tiradas largas, ya que podrías no responder tan bien como otros runners.
PONLO EN PRÁCTICA
Ninguna de estas reglas es inmutable ni infalible. No es una elección que te obligue a debatirte entre un tipo de entrenamiento u otro. Tal vez haya momentos en los que te veas más capacitado para sacar al demonio de la velocidad que llevas dentro y, en otros, al monstruo de la resistencia. Aunque la realidad es que para la mayoría de los runners será una mezcla de ambos.
Sin embargo, si te tomas el tiempo necesario para reflexionar y responder al tipo de entrenamiento que sabes que se adapta mejor a ti, además de pensar en el evento para el que estás entrenando, reaccionarás