Carmen Navarro
HUELE A PRIMAVERA
Sabemos que los aromas son capaces de transportarnos y hacernos viajar a los recuerdos más escondidos de nuestra infancia. De la misma manera, son capaces de aportarnos beneficios para nuestra salud. ¿Un ejemplo? La lavanda ayuda a relajar el organismo; la naranja, a energetizarlo. Y de ahí también que en nuestros centros de estética, de concepción holística, para reforzar la eficacia de sus protocolos empleemos la aromaterapia como complemento. Velas, inciensos, aceites… nos ayudan a conseguir resultados globales tanto físicos, como emocionales, creando incluso tu propio espacio.
La primavera es la época del año por excelencia para disfrutar de estos aromas. Por eso te aconsejo que busques al máximo personalizar las fórmulas que encajan contigo. No somos conscientes de la importancia que los aromas tienen a la hora de potenciar nuestro estado anímico hasta que lo ponemos en práctica. De hecho, damos más valor a lo que vemos que a lo que olemos. Sin embargo, debemos saber que nuestro cerebro tiene la capacidad de recordar hasta el 35% de lo que huele y solo el 5% de lo que ve. Somos capaces de volver a momentos felices de nuestra vida por un olor, o recordar a personas clave para nosotros con tan solo reconocer su perfume.
Por eso, en nuestros centros, el interés por la sensorialidad de las fórmulas es algo que venimos desarrollando desde hace décadas. Quizás ahora los clientes son todavía más conscientes, porque nada más llegar al centro disfrutan del aroma de peonía creado especialmente para la marca. Y degustan “el agua de sensaciones” que preparamos con frutas de temporada. Todo suma a la hora de acostumbrar a nuestros sentidos a reconocer que están entrando en un espacio dedicado al bienestar absoluto. La primavera también se percibe al entrar en Carmen Navarro.