¿Sabes qué edad tiene tu cuerpo?
Cada minuto que pasa envejecemos un poco más. Pero no te deprimas: nuestra edad real no depende de la fecha de nacimiento. La edad biológica está muy influenciada por el estilo de vida que llevamos. Y tú... ¿cuántos años tienes?
LA edad cronológica, esa cifra que en ocasiones nos atemoriza cuando enseñamos el DNI, no siempre coincide con la edad biológica, la que realmente define el deterioro celular. Los hábitos de vida y la herencia genética son los principales responsables de esta diferencia, que se acentúa todavía más a medida que pasa el tiempo. Sigue leyendo y averigua si te estás echando años encima.
1
¿Haces ejercicio?
Según un estudio de la Universidad de California
(EE. UU.), las células de las mujeres que no realizan ejercicio son hasta 8 años mayores
que las de quienes hacen deporte de forma regular. No hace falta obsesionarse, con caminar a buen ritmo unos 45 minutos al día es suficiente para tonificar tu cuerpo, disminuir el riesgo de sufrir accidentes cardiovarculares, y proteger el cerebro.
2
¿Fumas?
El humo del tabaco promueve los radicales libres, enemigos mortales de las células y grandes culpables de que la piel pierda sus defensas frente a factores externos. Un estudio elaborado por la Sociedad Española de Medicina Estética concluyó que por cada 10 años fumando, la piel envejece 2 años y medio más. Y cuidado, porque estas consecuencias también las sufren los fumadores pasivos.
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¿Te sobran kilos?
La obesidad contribuye a que nuestros órganos envejezcan más rápido. De hecho, el hígado de una mujer de 90 kilos es 3 años mayor que el de otra de 60 con la misma altura. Y es que por cada kilo de sobrepeso aumenta el riesgo de enfermedades coronarias, hipertensión, diabetes...
4
¿Duermes bien?
Nuestro cuerpo necesita recuperarse del esfuerzo diario, y lo hace durante el sueño. Si le escatimamos tiempo de reposo, lo refleja con una aceleración del envejecimiento que no solo se percibe a la mañana siguiente, sino también al cabo de los años: dormir mal de forma continuada aumenta casi 10 años la
edad biológica de nuestro cuerpo. Y no solo eso, la falta de sueño crónica produce hormonas en el organismo que incrementan el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón, colesterol y obesidad.
5
¿Bebes alcohol muy a menudo?
El consumo de bebidas alcohólicas, especialmente las destiladas (whisky, tequila, ron, vodka...) reduce la cantidad de vitamina A en nuestro cuerpo, lo que produce envejecimiento prematuro de la piel. Pero, además, la carencia de esta vitamina también afecta a nuestra sonrisa, ya que es imprescindible para el mantenimiento de los dientes. ¿Más? Un estudio publicado en la revista Neurology demostró que las personas que beben alcohol de forma habitual presentan un deterioro adicional de 2 años en sus habilidades mentales y de 6 años en la memoria.
6
¿Estás enganchada al móvil?
¿Sabías que, aparte de la piel, el ojo es el órgano que más probabilidad tiene de sufrir daños por los rayos UV? La luz que emiten las pantallas de los móviles, ordenadores y tablets están muy cerca del espectro de luz ultravioleta, lo que significa que un uso excesivo de estos aparatos puede acabar provocando la pérdida de visión. Traducido, si eres de las que pasan horas y horas frente al móvil, piensa que si sigues así, en pocos meses puedes haber aumentado hasta 2 años la edad de tu cuerpo.
7 ¿Abusas del sol?
Los rayos del sol son beneficiosos para el organismo, ya que ayudan a generar vitamina D
(que nos hace absorber mejor el calcio) y tienen un poder antidepresivo. Pero no hay que olvidar que el sol acelera los procesos de envejecimiento de la piel y causa daños que se acumulan. De hecho,
un abuso continuado de sol puede llegar a aumentar hasta 15 años nuestra edad biológica.
¡Mucho cuidado!
8
¿Eres muy pesimista?
Un grupo de científicos holandeses han comprobado que las personas pesimistas o que han sufrido algún tipo de depresión en el pasado tienen los telómeros (la parte final de las células) más cortos, lo que acelera el envejecimiento del ADN. No es ninguna tontería, ya que
este trastorno puede aumentar entre 7 y 10 años nuestra edad biológica.
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¿Recurres a dietas drásticas?
El deseo de perder peso rápidamente puede llevarnos a recurrir a las ya conocidas ‘dietas milagro’, con las que se pretende lograr resultados rápidos. Sin embargo, este tipo de dietas suelen conllevar una pérdida de nutrientes y vitaminas esenciales para nuestro organismo y producir daños irreversibles en el hígado y en el estómago.
10
¿Sueles hacer horas extra?
Cuando tenemos estrés de forma continuada nuestro cuerpo genera una mayor producción de
adrenalina y cortisol, hormonas que debilitan nuestro sistema inmunológico.
Además, los síntomas de ansiedad dañan el ADN celular, afectando a la parte encargada de controlar el envejecimiento de las células. Para evitarlo, en primer lugar olvídate de hacer horas extra en el trabajo.