«Si te hace daño no es amor»

Las sonrisas de Rosario y la pequeña Carlota (el vivo retrato de su madre) llenan la foto. Son dos seres felices que se quieren, y eso se nota. Nadie diría que esta joven de 25 años, que habla entusiasmada de su segundo embarazo, ha sufrido un verdadero i

Rosario conoció a su maltratador con solo 14 años y estuvo con él hasta los 20. Dejó el instituto en 3º de la ESO para trabajar y así tener dinero para ambos. Esta es su historia:

«Mi novio, al principio me trataba muy bien, aunque enseguida comenzó a maltratarme psicológicamente. Y cuando se dio cuenta de que me había hecho inmune a sus vejaciones, comenzó con los malos tratos físicos. Después me pedía perdón y yo pensaba que cambiaría. A pesar de que era mi primera relación, sabía que algo no funcionaba, me daba cuenta de que yo no recibía las muestras de cariño que se regalaban mis padres. Pero no quería perderle.

No rompí la relación hasta que no le vi de la mano de una vecina. Y ahí comenzó el acoso, el miedo a que nos hiciera algo a mí o a mi familia y el temor a salir sola de casa. El día que se enfrentó a mi padre, decidí denunciar para lograr una orden de alejamiento y tuve que verbalizar por primera vez el horror que llevaba sufriendo los últimos seis años de mi vida. A partir de entonces, todo fueron denuncias y juicios, porque seguía acosándome a pesar de que tenía otra pareja. Por fortuna para mí, tras meses en el abismo, encerrada en mi habitación, me acerqué a la Fundación Ana Bella, como la Guardia Civil me había recomendado una y mil veces. Y, para mi sorpresa, crucé la puerta ¡y mi vida cambió de golpe! Entré con miedo, viéndolo todo negro, y salí con esperanza. Me ofrecían ayuda de verdad (asesoría jurídica, trabajo y vivienda). Me dieron el abrazo que necesitaba».

Rosario se dio una segunda oportunidad y descubrió que no todos los hombres son iguales, que podía ser feliz. A sus 25 años, disfruta con su hija Carlota, una divertida niña de tres años, trabaja en una tienda de moda, está a punto de graduarse y espera un hijo con José Antonio, a quien describe como «un hombre que me quiere y que me ha hecho entender que todos tenemos un pasado y que el mío, aunque duro, me ha hecho más fuerte, me ha convertido en la mujer que soy». Su próximo objetivo es aprender inglés, porque quiere que su hija se sienta orgullosa de su madre.