Ser Padres

Prevenir atragantam­ientos.

La mayoría de las veces se queda solo en un susto, pero un atragantam­iento también entraña riesgo de asfixia. Mejor saber cómo reaccionar por si llega a suceder.

-

Todos

nos atragantam­os en algún momento y a los niños que están aprendiend­o a comer sólidos también les ocurrirá. Atragantar­se significa que, por ejemplo, un trocito de carne se queda a medio camino hacia el estómago. Cuando esto ocurre, lo más normal es que el niño tosa, carraspee o le dé una arcada y acabe de tragarse el trozo o lo eche, lo coja y se lo vuelva a meter en la boca. ¿Y si lo que se ha tragado no es comida? En el 80% de estos casos, el objeto en cuestión pasa a través del sistema digestivo y se acaba eliminando con las heces, con lo que todo queda en un susto.

El problema viene cuando el alimento o el objeto no comestible llega a las vías respirator­ias, obstaculiz­ando parcial o totalmente el paso del aire. Entonces los síntomas son claros: tos, ronquera, dificultad para llorar e incluso para respirar. Si no se actúa con rapidez para que el niño lo expulse, puede causar asfixia.

No pierdas los nervios

Lo más probable es que mediante el mecanismo defensivo de la tos el niño expulse el objeto. Si no es así, no pierdas los nervios, porque podrías asustar al niño y provocar una aspiración más profunda del objeto al interior de las vías aéreas. Lo primero, según apuntan desde la Asociación Española de Pediatría, es observar la boca del niño y si el objeto está visible, extraerlo con cuidado de no empujarlo hacia dentro. Si no se ve o no se puede sacar, se dan cinco golpes entre los omóplatos con el talón de la mano. En caso de que no se haya expulsado y el niño siga con problemas, si es menor de un año, se le da la vuelta y se le dan cinco o golpes rápidos en el centro del esternón,ernón, entre los pezones.

Cuando el niño tiene más de un año, es mejor colocarse tras él,, colocar nuestras manos unidas en la boca de su estómago, en el punto intermedio entre el ombligo y el final de las costillas, y darle un golpe seco hacia dentro. Esta técnica, conocida como maniobra de Heimlich, debería provocar que el cuerpo extraño se expulse. Todos deberíamos ensayar este movimiento para saber ponerlo en práctica en caso de emergencia.

Este ciclo (observar la boca, cinco golpes en la espalda o compresion­es torácicas o abdominale­s) debe repetirse hasta que el niño expulse el objeto. Si pierde la conciencia hay que llamar al 112.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain