Ser Padres

Tú de rosa y yo de azul.

«Un papá en prácticas» repasa esas pequeñas costumbres que afianzan los tópicos sexistas y cuenta cómo les plantan cara él y su pareja.

-

Desde que nació nuestra hija, porque hasta ese momento no me fijaba en esas cosas o si lo hacía me parecía hasta normal (así de instaurado está el asunto en el imaginario colectivo), mi mujer y yo nos ponemos negros cada vez que vamos a comprarle ropa y vemos perfectame­nte separada y diferencia­da la ropa para niños y la vestimenta para niñas. Para ellos todo es un mundo pintado de diferentes tonalidade­s de azul. Para ellas todo es un paraíso en tonos rosas. Conf Conforme van creciendo, aunque permanece esta difer diferencia­ción (hemos salido espantados de alguna t tienda), empiezan a entrar en juego más col lores, así que todo se matiza un poco. Pero no lo suficiente, por lo visto, porque nuestra hija, para nuestra más absoluta sorpresa, ha empezado a decirnos que

«Varias veces nos han preguntado si era niña o niño, pese a la cara y los rasgos tan marcados de niña que tiene. Es como si el cerebro humano, tras años de diferencia­ción, colapsara al ver a una niña de azul y sin aros en las orejas »

el rosa es para chicas y el azul es para chicos, una expresión que jamás ha escuchado de nuestra boca, pero que ya parece haberse grabado a fuego en su cerebro, sobrecarga­do de impactos que refuerzan esa perversa asociación.

En la medida de nuestras posibilida­des, y aun a sabiendas de que es una guerra perdida de antemano, en casa intentamos ir ganando pequeñas batallas para conseguir que nuestra pequeña reciba un mensaje totalmente diferente. Así, cuando nació, intentamos (y conseguimo­s con bastante éxito) que la gente nos comprase el menor número de prendas posibles en ese rosa bebé tan empalagoso. Y ahora que hemos tenido a nuestro segundo hijo estamos haciendo lo propio con el azul. Es un primer paso.

A partir de ahí hemos vestido a nuestra hija de todos los colores imaginable­s. De azul, de negro, de rojo, de amarillo, de verde… y de rosa, por supuesto, que no se trata de desterrarl­o, sino de hacerlo igual de válido que el resto. En nuestra lucha a contracorr­iente, y teniendo en cuenta que además la peque no lleva pendientes, hemos tenido que ver como varias veces, al ir de azul o verde, nos han preguntado si era ni- ña o niño. O cómo, directamen­te, se dirigían a ella en masculino, pese a la cara y los rasgos tan marcados de niña que tiene. Es como si el cerebro humano, tras años de diferencia­ción, colapsara al ver a una niña de azul y sin aros en las orejas.

Como padre, me consta que no somos los únicos que pensamos así y que ya hay una tribu muy grande de padres y madres que se han hartado de esta diferencia­ción y que quieren alternativ­as diferentes para que la vida de sus hijos sea un arcoíris de posibilida­des y no un blanco o negro disfrazado de rosa y azul. Padres que tampoco quieren que sus hijas solo jueguen a muñecas y sus hijos a ser futbolista­s o mecánicos, sino que todos puedan jugar a todo y soñar con todo. Padres que quieren ofrecerles a sus hijos un mundo por descubrir, sin límites o caminos marcados de antemano por el mero hecho de haber nacido hombres o mujeres.

 ??  ??
 ??  ?? Adrián Cordellat es autor del blog unpapaenpr­acticas.com Periodista, padre de una niña de 2 años y un bebé de 2 meses, tiene 32 años y es valenciano. Desde 2012 vive en Madrid, donde ejerce de padre y de periodista.
Adrián Cordellat es autor del blog unpapaenpr­acticas.com Periodista, padre de una niña de 2 años y un bebé de 2 meses, tiene 32 años y es valenciano. Desde 2012 vive en Madrid, donde ejerce de padre y de periodista.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain