El día P
Una vez hemos detectado alguna de las reacciones anteriores, podemos poner en marcha algunas medidas para acompañar a nuestro hijo en su despedida del pañal.
Ideas que pueden ser útiles:
Deja que te acompañe con normalidad en el baño y que te vea en el váter. Si siempre lo has hecho, mejor que mejor: los niños aprenden por imitación y repetición; no podemos esperar que hagan algo que no están habituados a ver.
Id juntos a comprar un orinal y dejadlo a mano en el baño, para que se vaya familiarizando con él.
El día P, el elegido, quitaremos el pañal al niño. Si es posible, es mejor hacerlo un viernes: así podremos acompañarle la mayor cantidad de tiempo posible durante sus primeros días en el «mundo sin pañal».
Si el niño ya avisa, estaremos atentos. Si no avisa, cada hora y media le preguntaremos si quiere ir al baño.
En caso de que se haga pipí, lo limpiaremos y ya está, sin comentarios negativos ni enfados. Los escapes forman parte esencial del aprendizaje: con ellos aprende a relacionar esa sensación en el vientre bajo con el pis chorreando pierna abajo, es decir, con que llega el momento de ir al baño.
Cuando haga pipí en el váter o en el orinal mostraremos alegría pero con naturalidad, sin exagerar.
No hay que obligar al niño a estar sentado en el orinal a una hora concreta o hasta que hace pis.