Nadar es un placer.
El agua tonifica, relaja y ayuda a fortalecer tu musculatura
Con este calor no hay quien pare. Y ciertas molestias típicas del embarazo como las piernas hinchadas, el cansancio o los problemas de sueño se agravan en verano. Por suerte, ahí están las piscinas y el mar para ayudarnos a llevar mejor las altas temperaturas y a prepararnos para el parto.
¿Cuándo puedo empezar a ir a la piscina?
Normalmente se recomienda comenzar a partir del segundo trimestre, porque en el primero existe más riesgo de aborto. Sin embargo, mojar las piernas en el mar o en el río se puede hacer desde el primer minuto.
¿Hasta cuándo puedo hacer ejercicio en el agua?
La mayoría de ginecólogos defienden que, si no surge ninguna complicación y mientras no existan contraindicaciones médicas, se puede hasta el final del embarazo.
¿Cuál es el más recomendable?
Durante la gestación se deben evitar los deportes que pueden implicar sufrir golpes o caídas. Por fortuna, esto no sucede en el agua, así que cualquier ejercicio en este medio es muy recomendable, excepto el submarinismo.