Qué como si....
Si tienes un problema, tu médico te indicará qué cambios debes realizar en la dieta para garantizar la salud de tu bebé y la tuya.
Diabetes gestacional
Es una forma de diabetes que puede ocurrir de forma temporal ya que las hormonas de la placenta pueden interferir con la insulina. Evita alimentos y bebidas ricas en azúcar y reduce el índice glucémico de los alimentos (es mayor cuando los carbohidratos no contienen fibra o proteínas): pasta o arroz integral cocinados al dente, frutas y verduras con grasas o proteínas (por ejemplo, yogur con frutas o verduras al vapor con carne magra o pescado).
Para evitar la preeclampsia
Es un problema grave caracterizado por tensión alta durante el embarazo que puede poner en riesgo tu vida y la del bebé. Una dieta adecuada durante toda la vida, limitando el consumo de sal y optando por alimentos frescos parece tener un efecto protector.
Si retengo mucho líquido
La retención de líquidos es un problema muy común en la mujer y normalmente se acentúa durante el embarazo. No hay dietas que lo combatan, pero sí maneras de aliviarlo. Bebe mucho líquido, limita la de sal, conservas, ahumados o platos precocinados.
Si tengo estreñimiento
El aumento de los niveles de progesterona hace los músculos de todo el cuerpo se relajen y la comida se mueva más lenta en el intestino. Además, la presión del bebé dificulta la deposición. Consume más alimentos ricos en fibra como los cereales o pan integral, fruta y verdura. Bebe mucho y cuando vayas al baño tómate tu tiempo.
Si tengo muchas náuseas
No se conoce la causa exacta pero se piensa que la subida de la hormona gonadotropina coriónica humana (GCH) al inicio de la gestación hace que el cuerpo se revuelva. Come poco y a menudo, evita los platos picantes y con mucha grasa, bebe mucho y al acostarte deja en la mesilla pan tostado o galletas para tomarlas al levantarte. Si son de jengibre, mejor, ya que se ha visto que ayuda a aliviarlas.