“Siempre que no haya riesgos, elige la mujer”

Todo lo que ocurre en un paritorio es por el bebé y por la madre. Ellos son la prioridad y siempre, en la medida de lo posible, se informa a la mujer de las fases del parto y de las opciones a las que nos enfrentamos. Hay mujeres que quieren parir con dolor –no a todo el mundo le duele igual- y hay otras que nada más llegar al hospital quieren una epidural. Ambas opciones son lícitas y decisión personal de la madre. Pero a veces hay que tomar decisiones en cuestión de segundos con criterios médicos objetivos para que no haya complicaciones en casos extremos como la posibilidad de asfixia, un desprendimiento de placenta o una pérdida de bienestar fetal. Hablar de violencia obstétrica como si a los profesionales de un paritorio no nos importara lo que ahí sucede me parece un término violento en sí mismo que puede meter miedo a las mujeres. Hay cosas que mejorar, pero parte del problema es que las propias mujeres no vienen informadas, ni por su ginecólogo, ni por su matrona, ni por las clases de educación maternal de lo que es el nacimiento de bebé. Algo maravilloso, pero que tiene riesgos. Desde luego que hay cosas que mejorar, pero muchas veces parte del problema es que las propias mujeres no vienen informadas.El