¿Y la pareja?
También lo sufre. Además, también siente temor por no saber criar a sus hijos o que la relación se vea afectada con el inminente nacimiento. Y es que la pareja puede convertirse en un espejo de lo que le ocurre a la madre y experimentar síntomas similares: náuseas, cansancio, alteraciones del ánimo... De hecho, hay un síndrome curioso llamado de couvade que se ha observado en culturas como la africana: él sufre los síntomas propios del parto, mientras que la mujer no experimenta nada. Esto se ha visto de forma menos intensa en hombres occidentales.