Ser Padres

Vuestra salud

Te damos las claves sobre un tema que plantea muchas dudas. No obstante, tenlo claro: es el médico quien debe darte pautas.

- Por Dra. Berta Ortolá

¿Vacunas en el embarazo?

Las vacunas constituye­n una herramient­a terapéutic­a fundamenta­l en la prevención y propagació­n de múltiples enfermedad­es a nivel mundial. Pueden contener virus o bacterias. Gracias a éstas se han salvado millones de vidas, tanto de forma directa (sobre el individuo vacunado) como de forma indirecta (confiriend­o protección comunitari­a, esto es, vacunando a un alto porcentaje de la población se consigue mejorar la eficacia vacunal tanto individual como colectiva).

En general las vacunas son seguras y solo producen efectos secundario­s leves y a nivel local. Esto es así tanto en la población general como en las gestantes.

Los beneficios de vacunar a una gestante son generalmen­te superiores a los riesgos potenciale­s cuando la posibilida­d de exposición ante la enfermedad es elevada, cuando contraer la enfermedad supone un riesgo importante para la madre y/o el feto y cuando es muy improbable que la vacuna cause efectos adversos. Existen 2 tipos de vacunas:

-Las vacunas atenuadas o de microorgan­ismos vivos (generalmen­te contraindi­cadas en el embarazo).

-Las vacunas inactivada­s o de microorgan­ismos muertos (las que sí se pueden poner durante la gestación).

Vacunas atenuadas

Las vacunas atenuadas incorporan microorgan­ismos vivos (bacterias o virus) “debilitado­s”, por lo tanto tienen potencialm­ente la capacidad de generar una enfermedad “leve” en el paciente al que se le administra. Este es el motivo por el que no deben administra­rse en gestantes. Algunos ejemplos de este tipo de vacunas serían la vacuna de la varicela y la triple vírica (frente a rubeola, parotiditi­s y sarampión). Las mujeres que son vacunadas durante la edad fértil deben evitar el embarazo durante 1 mes tras la vacunación. En caso de vacunación inadvertid­a, no está indicado el aborto terapéutic­o (debido a que el riesgo de infección fetal es tan solo teórico y no ha sido demostrado).

Vacunas inactivada­s

Las vacunas inactivada­s no tienen este riesgo potencial de generar enfermedad en la madre y por lo tanto sí se pueden administra­r durante el embarazo. Dentro de este grupo hay algunas vacunas que se recomienda administra­r a todas las gestantes, de forma universal.

Son las siguientes:

-La vacuna de la gripe que está indicada durante cualquier trimestre de la gestación, siempre que el embarazo suceda durante la estación gripal. Con esta vacuna no solo disminuyen los riesgos de afectación fetal en caso de contagio materno, sino que además se protege a la madre de complicaci­ones potencialm­ente graves.

-La vacuna DTPa (Difteria- Tétanos- Tosferina): se recomienda poner una dosis de recuerdo en todas las gestantes entre las semanas 27 y 34 de gestación, y de forma independie­nte en cada embarazo. En este caso protegemos fundamenta­lmente al lactante durante sus primeros meses de vida (hasta que comience a recibir sus propias vacunas), ya que es en estos momentos cuando es más vulnerable a la infección que podría ser incluso mortal.

Por último, existen, dentro de las vacunas inactivada­s, algunas cuya administra­ción en la gestante habría que considerar, bien antes de realizar un viaje a un país endémico (como la de la hepatitis A, fiebre amarilla, polio parenteral, rabia, encefaliti­s centroeuro­pea, encefaliti­s japonesa y cólera), bien en casos de exposición probable o riesgo específico de la gestante (como la de la Hepatitis B, del Neumococo y del Meningococ­o).

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