Plan de parto
¿No quieres que te pongan enemas ni oxitocina? Pídelo por escrito. Siempre que no haya riesgos para tu salud o la de tu hijo, puedes dirigir tu propio parto. Tres mamás nos cuentan cómo lo hicieron ellas y cómo les fue.
¿Para qué sirve?
Hoy, la gran mayoría de las embarazadas tienen a sus hijos en el hospital. Esto tiene numerosos beneficios en la salud de la madre y su bebé, pero también algunos efectos adversos, que para algunas mujeres pueden resultar desagradables. En la mayoría de las maternidades se usan de forma rutinaria técnicas, como la administración de enemas y/o oxitocina, el rasurado del vello púbico, la rotura artificial de las membranas y otras prácticas que pueden facilitar el parto, y que a veces no son estrictamente necesarias. Puedes renunciar a estos recursos, siempre que no se ponga en riesgo tu salud o la de tu hijo, y parir en un hospital pero con condiciones y sin que los profesionales tomemos determinadas decisiones por ti ¿Cómo hacerlo? Plasmando tus preferencias en un plan de parto.
Expresa lo que quieres vivir ■
Existen muchos modelos de planes de parto. Las asociaciones de matronas y el Ministerio de Sanidad han publicado los suyos, pero hay más posibilidades. Lo importante es que pongas por escrito lo que quieres vivir o no, y que se lo digas a los profesionales que atiendan tu parto. No obstante, debes saber que hay circunstancias en las que no es posible respetar el plan. Por ejemplo, si quieres analgesia epidural, será necesario tener monitorizado al bebé. Y si fuera necesario inducirte el parto porque tienes la tensión muy alta, no podrás exigir que no te pongan oxitocina. Si te ocurre algo así, es normal que sientas cierta frustración, pero piensa que los avances técnicos y los cuidados
van a tu favor, no en contra. También tú puedes cambiar de opinión durante el parto en función de cómo transcurra.
No tengas miedo al rechazo
Es posible que cuando muestres tu plan a la matrona o al ginecólogo que van a atenderte encuentres cierta resistencia. Esto no implica nada personal hacia ti, lo que ocurre es que es un documento relativamente nuevo y a veces los profesionales pueden sentir cierta inseguridad por tener que trabajar de forma distinta, o tener miedo a que algo vaya mal y salgáis perjudicados tú o tu hijo. Hablando tranquilamente del tema, podréis llegar a un acuerdo en el que todos saldréis beneficiados.