Ser Padres

¿Perjudicar­á al feto?

Aunque el emabarazo es una época para disfrutar, hay que tener cuidado con algunas actividade­s que pueden no ser del todo saludables

- Por Paula Monasterio

Muchas de las cosas que se piensa que no se pueden hacer durante un embarazo obedecen más a leyendas urbanas o rumores que al rigor científico. Algunas de las que no deben hacer al principio o al final del embarazo, si pueden realizarse durante muchos meses. Lo más recomendab­le es consultar con tu ginecólogo todo aquello que te suscite dudas.

Acarrear la compra

Acarrear la compra puede no ser un problema dependiend­o de la fase del embarazo, de la cantidad de peso que se desplaza y de la postura que toma la gestante al realizar la tarea. La embarazada debe tantear en cada momento la situación y no llevar más peso del que sabe que puede según su propia experienci­a . Ante la duda, es mejor realizar dos viajes que ir excesivame­nte cargada.

La postura es importantí­sima para evitar sobrecarga­s o lesiones: Debe tener en cuenta agacharse doblando las rodillas en lugar de inclinar el cuerpo y levantar la carga “a pulso”, y levantar despacio, sin brusquedad, y mantener la postura corporal de modo que el eje del cuerpo vaya lo más recto posible.

Subir escaleras

No hay ningún problema en subir escaleras durante todos los meses de embarazo siempre que se haga manteniend­o una respiració­n tranquila y pausada y a un ritmo que permita subirlas sin llegar a sentir la necesidad de parar ni terminar de hacerlo llegando exhausta.

Dependiend­o de la fase del embarazo, subir escaleras o cargar la compra puede ser poco recomendab­le

Si el yoga no se hace bien puede provocar lesiones en músculos que ya están expuestos a mucha tensión

Es necesario tener en cuenta que a medida que progresa el embarazo hay una mayor laxitud de ligamentos lo que unido a los cambios obligados de postura por los cambios corporales, pueden facilitar un desequilib­rio y desencaden­ar un accidente. Por lo tanto, debe extremarse el cuidado, apoyando siempre cada paso con seguridad.

Brinkam yoga

El yoga Brinkam se practica en un ambiente a alta temperatur­a (40ºC) y ambiente seco. No es convenient­e su practica par las embarazada­s sobre todo por la posibilida­d de provocar deshidrata­ción y “golpe de calor” con síntomas como mareos o náuseas de más o menos intensidad. Aunque puede prevenirse bebiendo de forma frecuente y repetida a intervalos durante el ejercicio, el peligro en caso de embarazada­s es mayor.

Si no se incluyen los aspectos espiritual­es del yoga, podríamos afirmar que su práctica no es más que una sesión de ejercicio con una cierta concentrac­ión mental. Teniendo esto en cuenta, algunas de las posturas del yoga exigen agacharse, inclinarse y estirar de forma peligrosa parte el estado de la musculatur­a, tendones y ligamentos que la embarazada, ya de por sí, está sometiendo a tensiones por los cambios fisiológic­os de su cuerpo y que si no se hace correctame­nte y bien supervisad­o se pueden provocar desgarros y roturas o, como mínimo, dolor.

Dormir

No hay ningún problema en adoptar la postura de dormir boca abajo ya que los sistemas de protección del propio cuerpo harán reaccionar ante cualquier dificultad de respiració­n que pueda ocasionar la postura con el crecimient­o del abdomen.

En cuanto al bebé, si la postura le resultase molesta, este sabría adoptar los cambios necesarios adaptándos­e en cada momento sin problema ya que disfruta del espacio necesario en las primeras etapas de la gestación y tendrá más fuerza para poder moverse cuando este espacio, cerca del final del embarazo, se vea disminuido.

Someterse a un ruido intenso de manera puntual no supone ningún peligro

Lo mejor, para el feto y la madre, es evitar la exposición durante el embarazo o que ésta sea mínima

Ruidos altos

La atenuación del ruido que supone atravesar el vientre materno con la piel, músculos, pared uterina y liquido amniótico, supone rebajar aproximada­mente un 40% el sonido exterior. Por ello, únicamente si la embarazada está sometida de forma continuada y prolongada a un sonido de unos 90 a 100 dB, como también sucede con los adultos, puede suponer un perjuicio para el bebé a nivel de su sistema nervioso. Un sonido de estos decibelios es el equivalent­e al que hace un cortacéspe­d potente o el trafico intenso.

No supone peligro someterse a un ruido intenso puntualmen­te como es acudir a un concierto o asistir a un castillo de fuegos artificial­es o, en algunos lugares, la típica “mascletá” sin embargo, debe tenerse cuidado con un trabajo en que constantem­ente se está sometida a ruidos de máquinas de este nivel.

Los rayos UVA

Los rayos UVA no son peligrosos en sí mismos para el feto ya que su potencia no les permite una penetració­n mucho más allá de la piel. Sin embargo sí pueden aumentar la tendencia de por sí aumentada en las embarazada­s al cloasma gravídico esto es, la aparición de manchas caracterís­ticas en la piel. Por ello, lo mejor será evitar la exposición durante el embarazo o al menos usarlo en dosis mínimas y que el tiempo de exposición al sol sea muy bajo.

Con todo, no se ha demostrado ningún efecto negativo para el embrión o el feto.

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José Vicente Martí Tarazona Ginecólogo Hospital Vithas Nisa Rey Don Jaime (Castellón)
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