El estrés postvacacional
Puede llegar a suponer un conflicto en el día a día de niños y mayores, pero evitarlo y ponerle remedio es posible. Sobre todo, con sentido común.
El estrés es la sensación de que las deEmandas del entorno superan los recursos propios. Dependiendo del niño, las situaciones de dicho entorno pueden causarle más o menos angustia, desasosiego o ansiedad. Y, la mayor parte de las veces, sobrellevarlo depende de la ayuda que le aporten sus padres y su entorno. Por lo tanto, todo puede producir estrés: el cambio de cole, de ciclo , de ciudad, de situación familiar…
Cómo evitarlo
“Los niños necesitan seguridad y ésta es la principal herramienta para ayudarles ante situaciones que les sobrepasan” explica el psicólogo infantojuvenil Abel Domínguez. “Para ello, las rutinas son esenciales para que los niños se sientan seguros: las normas, los horarios, las responsabilidades de siempre... Hay que introducirlas poco a poco y hacerles entender que una más de esas rutinas será, que en unos días, empieza el colegio”.
Cómo identificarlo
Los niños, que se dejan llevar mucho más por las emociones que los adultos, pueden mostrar de manera mucho más evidente que no pueden con todo: Los que lloran más de la cuenta, los que están más inestables emocionalmente, más mimosos o cariñosos, los que presentan más episodios de pesadillas o terrores nocturnos, los que presentan cierta agresividad o los que sienten ansiedad por la separación “de manera muy intensa”, explica el experto, “y, en definitiva, los que no pueden realizar de manera normal su actividad o el día a día pueden estar pasando por una situación de estrés”.
Cómo saber si hay que acudir a un experto
“La diferencia que hacemos entre patología y normalidad no es tanto el tiempo que dura esa situación anormal como hasta que punto ésta interfiere en el día a día de la persona”, explica el director de Domínguez Psicólogos. “Un niño, por ejemplo, que no duerme bien porque está estresado o ansioso se va a agobiar, no va a rendir bien, no va a disfrutar de su tiempo de juego o en familia. Si le faltan recursos para poder normalizar aquello que le agobia hasta el punto de que su normalidad se vea alterada es el momento de valorar si necesita ayuda de un profesional que le va a enseñar a él y también a los padres a sobrellevar los cambios de manera natural”.