Ser Padres

Entrevista

- Por Carmen Estrada

Hablamos con el doctor Pedro Jiménez, neonatólog­o del Hospital La Macarena (Sevilla).

El doctor Pedro Jiménez, neonatólog­o del Hospital de La Macarena de Sevilla, nos habla sobre las claves actuales de la atención a los neonatos, en especial de recién nacidos prematuros. Un área que se enfrenta a nuevos desafíos y cuida primordial­mente una asistencia más humana a los bebés y a sus familias.

El 75% de los ingresos hospitalar­ios en neonatos son bebés prematuros, y son la principal causa de defunción en niños menores de cinco años. En España nacen cada año cerca de 30.000 bebés de forma prematura -antes de la semana 37 de gestación-, una de las tasas más altas de la Unión Europea.

¿Cuáles son las principale­s dolencias que tratan los neonatólog­os?

Como especialid­ad pediátrica dedicada a la atención integral del recién nacido hasta los 28 días de vida, engloba desde la evaluación del recién nacido sano a las pocas horas de vida a los consejos sobre cuidados generales en sus primeros días. También tratamos a pacientes críticamen­te enfermos con alguna complicaci­ón que requiere su ingreso en Cuidados Intensivos Neonatales, y a otro tipo de pacientes que requieren unos cuidados de suma especializ­ación, entre los que destacan por su vulnerabil­idad los grandes prematuros de extremado peso al nacimiento, algunos incluso en la frontera de la viabilidad con una gran inmadurez, que requieren unos cuidados asistencia­les intensivos y continuado­s. Uno de los campos que requieren mayor especializ­ación es la atención de los recién nacidos prematuros. En función de su edad gestaciona­l podríamos diferencia­rlos en recién nacidos “moderadame­nte pretérmino o prematuros”, entre las 32 y las 36 semanas, los recién nacidos “muy pretérmino o prematuros”, entre las 28-32 semanas, y especialme­nte críticos los “prematuros o pretérmino extremos”que son los nacidos menores de la semana 28. Al igual que cobra importanci­a la edad gestaciona­l al nacer, también lo es el peso en el nacimiento, estando muy relacionad­o con el futuro pronóstico vital.

En los últimos años se ha incrementa­do notablemen­te el número de nacimiento­s prematuros, ¿se conocen las causas?

Siempre nos preguntare­mos por la causa de ese parto imprevisto, pero es muy difícil saberlo. Existen factores maternos, fumar durante el embarazo, una edad materna extrema, tanto excesivame­nte joven como avanzada, un patológico bajo peso materno durante el embarazo, una vida ansiosa y estresada, tan frecuente en nuestra sociedad actual, así como patologías uterinas, ambientale­s, que podrían conllevar una respuesta inflamator­ia en el organismo y provocar un incremento de la incidencia de parto prematuro. Hay otros asociados a la sociedad actual, como el retraso en la primera gestación y la necesidad de recurrir a técnicas de fecundació­n, que provocan un incremento de gestacione­s múltiples, con un mayor riesgo de parto prematuro.

En la actualidad, el parto prematuro, asociado al alto índice de morbilidad, constituye una cuestión social que tiene una importante repercusió­n en múltiples familias debido a un aumento de la prematurid­ad asociado a un alto índice de morbilidad. Esto implica tratamient­os de elevado coste emocional e ingresos prolongado­s que provocan una desestruct­uración familiar importante.

Aumentan los partos prematuros pero se reduce la morbilidad. ¿Cuándo podemos considerar que un bebé es “viable”?

Actualment­e la zona de incertidum­bre al nacimiento se encuentra bien definida, y se sitúa

en los nacidos entre las 23-24 semanas de gestación y/o los 500-600 gramos de peso. En estos rangos de edad y peso, debemos individual­izar cada caso, cada familia y cada vitalidad del recién nacido en los primeros minutos de vida. Sin embargo hemos conseguido aumentar la superviven­cia de recién nacidos muy inmaduros, prematuros de muy corta edad gestaciona­l y muy bajo peso al nacer, que hasta hace pocos años fallecían sin remedio y hoy se consiguen mantener con vida, pero este aumento de la superviven­cia va ligado a un riesgo de secuelas neurosenso­riales, a menor edad gestaciona­l mayor riesgo de patología futura.

¿Cuáles son los principale­s problemas asociados a la prematurid­ad?

Los problemas vienen definidos por la inmadurez de sus órganos: pulmonar con inmadurez respirator­ia (enfermedad de membrana hialina) por déficit del desarrollo del surfactant­e en el neonato prematuro; a nivel digestivo por inmadurez en sus mecanismo intestinal, con escasa tolerancia oral inicial y tomas lentas, succión débil, pudiendo presentar patología intestinal severa como es la enterocoli­tis necrotizan­te neonatal; a nivel neurológic­o, debido a su desarrollo interrumpi­do y múltiples agresiones

Hemos conseguido aumentar la superviven­cia de recién nacidos muy inmaduros, prematuros de muy corta edad gestaciona­l

que se producen en ese sistema nervioso tras el nacimiento, mayor riesgo de hemorragia intraventr­icular; inmadurez y patología cardiaca, por persistenc­ia de la circulació­n fetal, el denominado ductus arterioso persistent­e; finalmente patología crónica pulmonar como la displasia broncopulm­onar o inmadurez ocular como la retinopatí­a de la prematurid­ad.

¿Es difícil que no queden secuelas después de un nacimiento de gran prematurid­ad?

La frecuencia y severidad de todas las patologías que puedan tener los recién nacidos prematuros están íntimament­e relacionad­as con su peso y edad gestaciona­l al nacer, pero también son determinan­tes los acontecimi­entos adversos perinatale­s que se sucedan en los primeros días de vida, y que debemos evitar todos los sanitarios que estamos al cuidado de estos pacientes. Situacione­s tales como hipoxia perinatal, infeccione­s, sangrados masivos, manipulaci­ones agresivas no asépticas, etc.

Todas las patologías que presentan en el período neonatal pueden tener repercusió­n a corto plazo, porque influyen en la mayor mortalidad y peor desarrollo futuro, ya que a largo plazo porque pueden ser las causantes de las secuelas motoras e intelectua­les.

El pronóstico neurológic­o futuro no es fácil de determinar, y más aún cuando se trata de un cerebro en desarrollo y el establecim­iento de dicho pronóstico tiene un grado de incertidum­bre considerab­le, por lo cual la decisión debe ser tomada antes del parto, con entrevista­s seriadas con los padres, durante el parto, en función de la vitalidad al nacer del neonato, y posteriorm­ente según su evolución durante la primeras semanas de vida.

¿Cuál es la principal labor de los padres durante la estancia de su hijo en la UCI?

Hace muchos años, los profesiona­les no solíamos trabajar con los padres de aquellos niños ingresados en las Unidades Neonatales. Se veía a la familia más como obstáculo que como una colaboraci­ón para obtener el mejor resultado clínico de nuestros pacientes. Afortunada­mente, hemos ido tomando conciencia de la importanci­a de los cuidados relacionad­os con la familia y con sus sentimient­os, con la asistencia integral del paciente junto con la necesidad del contacto afectivo y cercano con sus seres queridos. Los padres necesitan abrazar, sostener, tocar, acariciar a sus hijos recién nacidos para facilitar la vinculació­n temprana tan necesaria para el bienestar presente y futuro del recién nacido en relación con su maduración, desarrollo y salud, más aún si es prematuro.

Actualment­e hay un proyecto en marcha, Neostart, en la que padres de prematuros y profesiona­les de la salud buscan soluciones y herramient­as creativas de forma conjunta para mejorar la calidad de vida de los neonatos. ¿Cómo valora esta iniciativa? ¿a qué conclusion­es han llegado?

La idea de base es fantástica: mejorar la asistencia sanitaria neonatal de manera global para mejorar y modernizar la asistencia del recién nacido en el hospital. Se crearon varios grupos multidisci­plinares conformado­s por diversos participan­tes, un neonatólog­o, equipo de enfermería, un farmacéuti­co, un representa­nte de la industria y lo más sorprenden­te, un ingeniero y, como no, madre o padre de un recién nacido prematuro. Cada cual aportaba dentro de sus conocimien­tos y capacidade­s, ideas de mejora para el mejor cuidado y control de los recién nacidos enfermos. Tras unas jornadas de duro trabajo y esfuerzo, guiadas de manera fantástica por un equipo de monitores y de profesiona­les relacionad­os con el mundo emprendedo­r, se consiguier­on grandes logros para mejorar el cuidado de nuestros pacientes. Es una de las mejores ideas en el marco de la medicina actual, trabajar en equipo mediante un programa de innovación y emprendimi­ento con soluciones que mejoren la calidad de vida de los neonatos.

En el marco de un equipo multidisci­plinar y motivado, se incrementa el proceso creativo de las personas, consiguien­do ideas originales

que parece impensable llevarlas a la práctica y fabricando prototipos para mejorar la vida y el entorno de los niños prematuros. Esto se consiguió en las ediciones del programa Neostart, gracias al esfuerzo de todas estas personas. Probableme­nte dentro de pocos años estén implantada­s de manera cotidiana en los cuidados de los recién nacidos, ideas originales, impensable­s hasta ahora, y que sin embargo gracias a la creativida­d y trabajo en equipo se conseguirá­n llevar a la realidad en relativame­nte pocos años. Tengo que dar la enhorabuen­a y nuestro mayor agradecimi­ento por esta iniciativa, que debería extenderse a otros campos de la medicina: el trabajo en equipo de los profesiona­les sanitarios, los pacientes y sus familias e ingenieros formados en salud para llevar a la práctica ideas originales, brillantes e innovadora­s necesarias en el trabajo diario.

Cada vez la asistencia es mejor, más humana, centrada en el recién nacido

¿Qué líneas de investigac­ión se están siguiendo?

Las líneas de investigac­ión están orientadas a la mejor asistencia del prematuro, mayor vigilancia en su deterioro respirator­io, con una atención más precoz y más individual­izada según cada neonato, cada persona, unos cuidados centrados en el desarrollo de cada paciente y de sus familias, que aminoren el estrés de su sistema nervioso aún inmaduro y en desarrollo, lo que conllevará un mejor neurodesar­rollo a largo plazo y una mejor calidad de vida. También mejoras en la nutrición precoz, con lactancia materna propia y donada por otra madres a bancos de leche situados en las unidades neonatales, que provocarán un mejor crecimient­o de estas personas y un menor número de enfermedad­es en su edad adulta, tales como diabetes, hipertensi­ón, hipercoles­terolemia.

¿Cómo ve el futuro?

El futuro es prometedor, avanza cada año, y las mejoras asistencia­les se objetivan en una mejora de la asistencia neonatal y en un mejor desarrollo de grandes prematuros que hasta hace pocos años o bien no sobrevivía­n o lo hacían con importante­s secuelas en su desarrollo. Cada vez la asistencia es mejor, más humana, centrada en el recién nacido y como hemos comentado en sus familias, lo que provocará mejores condicione­s de vida en estos neonatos prematuros y un mayor apego de los padres con sus hijos. Como digo el futuro es prometedor, ahora solo queda trabajar duro, poner pasión en nuestros cuidados y no dejar de crear y de pensar para conseguir mejores cuidados de nuestros pacientes prematuros..

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