Tu mejor baño
Mientras todos esperan la llegada del bebé, tú te ocupas de cuidarlo para su crecimiento correcto. Te damos cuatro ideas para transmitirle paz convirtiendo tu baño en un auténtico spa.
Mímate en esta etapa tan especial.
Estos nueve meses pueden y tienen que ser una de las épocas más bonitas de tu vida. Si tras las buena noticia ya has empezado a extremar las precauciones y los cuidados, no se te olvide dar protagonismo a los momentos de relax. Es normal que al principio te obsesiones con la correcta alimentación o el ejercicio adecuado para el bebé, pero recuerda que de la buena salud se presume por dentro y por fuera. Todo lo que tú hagas, consumas y te apliques ahora puede repercutir de una manera u otra en el feto. Entonces, ¿por qué no regalarte unos momentos al día de máxima relajación, aromas delicados y una sensación de calidez? No pierdas tiempo e infórmate de cómo puedes convertir tu bañera en tu templo de belleza particular. Adaptar los tratamientos, terapias y hasta productos de tu ritual de belleza de siempre a tu nuevo estado, es más fácil de lo que pensabas y viene de la mano de la naturaleza.
La preparación es clave
Las dos áreas donde tu embarazo se va a notar más y donde más tensión acumulas, son el abdomen y el pecho. Por eso, deberías plantearte darte baños relajantes con más frecuencia, ya que esta rutina trabaja en ambas zonas a la vez. Los preparativos son muy importantes. Comienza planificando un ambiente adecuado, poniendo velas aromáticas y luz tenue. Los expertos coinciden en señalar que la temperatura ideal del agua está entre los 36 y los 38 grados, mientras que la du-
ración no debería superar los 20 minutos. El toque final lo dan los aceites esenciales, que elegidos correctamente, pueden resultar muy placenteros también para el bebé.
Baños relajantes
Si tu piel es muy seca, atópica, con cicatrices o acné, es recomendable un baño con efecto de bienestar calmante e inmediato. La lavanda es ideal para las pieles más sensibles. Sumérgete poco a poco en la bañera y cierra los ojos. Es el momento de olvidarte de todo y poner la mente en lo que te haga feliz. Controla la temperatura del agua para que no se enfríe. A continuación añade 10 gotas de aceite esencial de lavanda y deja que su perfume se desprenda hasta disipar la tensión y los nervios. Los beneficios de la lavanda apuntan a la relajación de los músculos, tendones y articulaciones, la reducción de dolores y al alivio del estrés.
Baños en pareja
Para explotar la comodidad de este momento íntimo, utiliza dos almohadas para bañera, aceite esencial de jazmín, una rosa roja y un exfoliante natural suave. Llena la bañera con agua e incorpora 10 gotas de aceite esencial de jazmín, uno de los perfumes más seductores por sus efectos afrodisíacos, y termina con pétalos de rosa. Disfruta con tu pareja de un masaje suave que exfoliará vuestra piel para que la deje transpirar mejor y absorber todas las propiedades del jazmín. Terminad tomando una taza de té relajante. Tras la sumersión aprovecha para hidratarte bien. Durante la gestación se producen algunos cambios en el cuerpo de la mujer embarazada que incrementan los requerimientos de agua. Así que intenta complementar tu ritual de belleza siempre con cremas que refrescan y regeneran la piel. Una hidratación profunda mejorará la circulación sanguínea, te ayudará a conservar la temperatura corporal y tolerar mejor el calor, sensación a menudo provocada por los cambios hormonales. Todos los ingredientes que necesitas los encontrarás en la naturaleza y en concreto en el herbolario de tu barrio. Y aunque los productos de cosmética tienen mala prensa y no se indican durante el embarazo, un masaje con una loción antiestrías no va a aportar más que hidratación, además de prevenir la aparición de las odiosas estrías y dotar de mayor elasticidad a tu piel.